Los medicamentos como el diprospan®, han resultado muy útiles en trastornos inflamatorios y autoinmunes, disminuyendo los síntomas y aumentando la calidad de vida de las personas.
No obstante, como todo esteroide, se deben tener en cuenta las características propias del paciente y de su enfermedad, para así evitar reacciones indeseadas. En el siguiente artículo, hablaremos en detalle del diprospan®, cuándo se debe usar y cuándo no.
¿Qué es el diprospan?
Diprospan® es el nombre comercial de la betametasona, medicamento comercializado por los antiguos laboratorios Schering-Plough, actualmente parte de la marca Merck & Co. (1). Su principio activo forma parte de los corticosteroides, con un mecanismo de acción similar al de la prednisona. (2)
Cabe destacar, que el diprospan® viene en una presentación de suspensión inyectable de 2 mg de fosfato disódico de betametasona y 5 mg de dipropionato betametasona, disueltos en una ampolla de 1 ml, para vía intramuscular o intradérmica.
Nota: El diprospan® se puede administrar con una jeringa de aguja fina, gracias al tamaño pequeño de los cristales de dipropionato betametasona.
¿Para qué sirve el diprospan?
El diprospan® es usado en afecciones osteomusculares, dérmicas, renales (nefritis y síndrome nefrótico) y neoplásicas. A continuación, explicaremos otros usos que posee:
1. Afecciones osteomusculares y de los tejidos blandos
Las inflamaciones osteoarticulares, como la tenosinovitis (inflamación de la capa que recubre a los tendones), la bursitis (inflamación de la cápsula articular) o de nervios de la columna vertebral (espondilitis), pueden ser tratadas con una inyección única de diprospan®.
Para destacar: Enfermedades reumáticas que afectan a los huesos, como la artritis reumatoide, también pueden ser tratadas con diprospan®. La dosis varía de 0,25 a 2 ml, dependiendo del tamaño de la articulación.
2. Alergias
Las reacciones alérgicas pueden incluir urticaria, edema, dificultad para respirar, entre otros síntomas y pueden ser tratadas con glucocorticoides como el diprospan®.
Debes saber: Otras circunstancias donde la prescripción del diprospan® podría ser adecuada son la rinitis alérgica, la fiebre del heno o picaduras de insectos.
3. Afecciones de la piel
En este caso, hablamos de enfermedades como la dermatitis atópica, dermatosis, pénfigo y liquen simple. La posología del diprospan® es de 0.2 mL/cm² en la zona de la lesión.
Nota: No obstante, en general se prescriben esteroides tópicos (cremas y pomadas), por su eficacia local.
4. Enfermedades neoplásicas
El diprospan® se utiliza como tratamiento paliativo, para procesos neoplásicos y hematológicos (leucemias y linfomas) en pacientes pediátricos y en adultos.
Para destacar: Este esteroide no forma parte de la primera línea terapéutica, sólo es un coadyuvante y no debe reemplazar la terapia antineoplásica indicada.
Efectos secundarios del diprospan
Las posibilidades de un efecto indeseado por uso del diprospan®, son iguales a la de otros esteroides y dependen bastante de la dosis y duración del tratamiento. A continuación, nombraremos las reacciones adversas más comunes:
- Afecciones cardiovasculares y metabólicas, como la hipopotasemia, retención de sodio, elevación de la glucosa e hipertensión arterial.
- Síntomas psiquiátricos como la depresión, cambios abruptos de ánimo, insomnio y euforia (acompañados de sudoración).
- Aumento de la presión intraocular, formación de glaucoma y cataratas a largo plazo.
- Desarrollo de colitis ulcerativa.
- Debilidad muscular y atrofia tisular local.
Importante: En caso de presentar alguno de los efectos secundarios antes mencionados, es necesario suspender el uso del diprospan® y solicitar atención médica.
Contraindicaciones del diprospan
El diprospan® no se debe usar en un paciente que presente las siguientes condiciones, por el riesgo elevado de posibles reacciones adversas:
- Hipersensibilidad conocida a la betametasona.
- Mujeres en estado de embarazo y lactancia. (3)
- Alteraciones de la coagulación, como la púrpura trombocitopénica idiopática.
- Posibles infecciones. El esteroide puede enmascarar los síntomas y en caso de que así sea, se debe reemplazar el diprospan® con los antibióticos necesarios.
Debes saber: Antes de iniciar el tratamiento con diprospan®, es recomendable informar al médico sobre las condiciones de salud que presentas, evitando así reacciones no deseadas y para recibir mayor información.
Conclusiones Claves
- El diprospan® es un medicamento usado en pacientes con diagnóstico de procesos osteomusculares, alérgicos y neoplásicos, para aliviar la inflamación.
- El diprospan® viene en suspensión inyectable de 5 mg/2 mg en 1 ml, con vía de administración intramuscular e intradérmica.
- Entre los efectos adversos más frecuentes, están los metabólicos, psiquiátricos, oculares y locales.
- Antes de iniciar un tratamiento con diprospan®, es necesario que seas consciente de las contraindicaciones para evitar reacciones indeseadas.
