Té negro: 15 beneficios para la salud que debes conocer

Tabla de contenido

El té negro es una infusión de aroma y sabor intenso, y solo pocas bebidas son tan saludables como ella.

Históricamente, el consumo del té se le ha asociado con numerosos beneficios, que van desde salvaguardar la salud cardiovascular, intestinal y metabólica hasta mantener tus energías altas y mente despejada.

El avance de la ciencia biomédica ha permitido confirmar la mayoría de estas afirmaciones y dilucidar el porqué una planta puede ser tan beneficiosa al cuerpo humano.

¿Qué es el té negro?

El té negro es una bebida de matiz rojiza e intenso aroma, obtenida a partir de la preparación de las hojas de la Camellia sinensis, específicamente la variedad assamica. Su tono rojizo deriva de la oxidación de las hojas durante su procesamiento.

El término té negro no se refiere a un tipo de bebida en específico. El término engloba incluso más de una docena de diferentes variedades de infusiones preparadas a partir de distintas especias de la Camellia sinensis.

Estas, a su vez, pueden mezclarse con otras plantas y formas diferentes tipos de bebidas. Un ejemplo de ellas son el Earl Grey y el Masala Chai.

A diferencia del té verde cuya intensidad en aroma y sabor disminuyen el año, el té negro puede preservar sus características durante mucho tiempo.

Beneficios del té negro para la salud

1. Previene enfermedades cardíacas

El consumo de té negro se ha relacionado con efectos protectores sobre el corazón y su funcionalidad.

Se hipotetiza que su efecto proviene de la concentración de flavonoides: flavonoles, flavonas, catequinas y muchos más que actúan como potentes antioxidantes.

La aterosclerosis es una de las causas más frecuentes de enfermedades cardíacas, tales como el infarto al corazón.

La aterosclerosis es la formación de una placa fibrograsa (o ateroma), llamadas así por estar hechas de tejido fibroso y lípidos oxidados por efectos de radicales libres e inflamación de vasos sanguíneos.

El consumo del té disminuye los efectos inflamatorios de los radicales libres ya que sus flavonoides los captan e impiden la oxidación de lípidos (específicamente, las LDL).

Así pues, favorecen la función endotelial de los vasos sanguíneos y la formación de nuevas células que sustituyen el tejido inflamado. Puede que ciertos flavonoides también inhiben la agregación plaquetaria, disminuyendo así la progresión del ateroma.

En su conjunto, el té ejerce un efecto protector. El Zutphen Elderly Study demostró que el consumo del té disminuye la aparición de enfermedades cardíacas isquémicas.

2. Fortalece el sistema inmune y combate infecciones

Históricamente, el consumo del té ha sido utilizado como medicina natural contra infecciones de toda clase.

El avance de la ciencia ahora permite identificar las razones: Los componentes fenólicos del té detienen los efectos proinflamatorios de agentes infecciosos.

Cuando un patógeno se aloja en nuestro cuerpo, estimula la producción de moléculas que desencadenan la inflamación que combate al causante. Pero también ejercen un efecto de doble filo al lesionar nuestros tejidos.

El té negro regula esos efectos y favorece la producción de linfocitos T, células inmunitarias con un potente efecto antimicrobiano y resguardan nuestras defensas a largo plazo.

3. Regula el nivel de azúcar en la sangre

Los síndromes metabólicos son muy comunes hoy en día, particularmente la resistencia a la insulina que contribuyen a la aparición de la diabetes mellitus.

El control de la glucemia postprandial (es decir, luego de la ingesta de alimentos) es crucial para el manejo de la diabetes. La insulina es la hormona encargada de estimular la captación de la glucosa en sangre por parte de nuestras células.

Cuando ocurre una resistencia a la insulina, las concentraciones sanguíneas de glucosa se mantienen elevadas. Los polifenoles del té negro demostraron reducir los niveles de glucemia posprandiales.

Probablemente el efecto se debe a la estimulación de liberación de insulina por parte de las células del páncreas endocrina y, además, aumentar la sensibilidad de las células a la insulina.

4. Reduce el colesterol

Como parte de sus beneficios a nivel cardiovascular y metabólico, el té negro favorece un perfil lipídico saludable.

Las lipoproteínas son moléculas que transportan el colesterol en la sangre. Las LDL transportan el colesterol desde el hígado, donde es sintetizado, al resto de los tejidos donde es convertido a triglicérido y depositado como grasa.

Las HDL ejercen un efecto totalmente opuesto. Un número alto de LDL en sangre se asocia con estados de hiperlipidemia, un importante factor de riesgo para distintas enfermedades.

El consumo diario de té disminuye las concentraciones séricas de las LDL y del colesterol, favoreciendo las HDL.

5. Disminuye la presión arterial

Los flavonoides del té negro ejercen un efecto antihipertensivo, específicamente la quercetina.

Estudios publicados por organizaciones investigativas en los Países Bajos y Alemania demostró que el consumo de una o más tazas de té negro diariamente disminuía la presión arterial unos 2 mmHg.

Aunque luzca pequeña a primera vista, este efecto antihipertensivo reduce un 7% las probabilidades de desarrollar enfermedades vasculares o cardíacas.

Este hallazgo probablemente corresponde a los efectos antioxidantes de sus flavonoides. Al atrapar los nocivos radicales libres, existe una mayor disponibilidad de óxido nítrico (ON).

El ON es utilizado por los vasos sanguíneos de menor calibre para relajar su musculatura y disminuir la presión sanguínea.

6. Mejora la circulación sanguínea

El té negro, al favorecer la relajación de las arterias, también favorece la circulación sanguínea.

Cuando las arterias se constriñen, la cantidad de sangre bombeada a un tejido en específico se ve disminuido. El té negro ejerce un efecto opuesto.

Esto es observable por los efectos energéticos y relajantes del té sobre el cerebro. Al mejorar la circulación a este, las capacidades de atención, memoria y respuesta aumentan significativamente.

7. Protege el aparato digestivo

Nuestro aparato digestivo se encuentra entre las primeras barreras de defensa contra microorganismos ingeridos.

A nivel intestinal, existe una florida composición de bacterias saludables, promotores de un ambiente que impide el alojamiento de bacterias nocivas tales como la Salmonella o el Helicobacter pylori.

Los polifenoles del té negro actúan como factores que estimulan el crecimiento, multiplicación y supervivencia de bacterias tales como las especies de Lactobacillus.

Por ende, para mantener una ecología intestinal saludable, se recomienda el consumo de té negro y otros alimentos ricos en polifenoles.

8. Reduce los cálculos renales

El beneficio del té negro sobre la reducción de cálculos renales es un tanto indirecto.

Primero, el consumo del té sustituye a aquel de bebidas cargadas de azúcar que favorecen la aparición de cálculos.

Estudios publicados por el Clinical Journal of the American Society of Nephrology (Sociedad Americana de Nefrología) demostró que aquellos que ingieren bebidas no azucaradas como el té poseen un riesgo mucho menor de padecer cálculos renales.

Segundo, el té hidrata tu cuerpo. Una de las medidas preventivas contra los cálculos es la hidratación adecuada y constante, mejorando la filtración renal.

Sin embargo, este efecto depende de las concentraciones de té negro ingeridas al día.

El té negro es rico en oxalatos, moléculas que se unen al calcio a nivel intestinal e impide que sea utilizado por las células. La unión de ambos favorece la aparición de cálculos, pero solo en cantidades muy altas.

El consumo de más de cuatro tazas diarias de té negro puede elevar el riesgo de desarrollar cálculos renales en ciertos pacientes.

9. Ayuda a bajar de peso

El té favorece la pérdida de peso por distintas razones.

Primero, la hidratación. En estados de deshidratación, la pérdida de grasa se hace más difícil. Además, mantenerte hidratado aumenta la sensación de saciedad.

Segundo, el té mantiene bajo control los niveles de glucosa, insulina y lípidos bajo control. Especialmente tras una comida y durante el ayuno.

Mantener estos parámetros metabólicos bajo control es importante en los regímenes de adelgazamiento, evitando la aparición de enfermedades como la aterosclerosis.

10. Fortalece los huesos

Estudios publicados en The American Journal of Clinical Nutrition demostraron que mujeres en edad avanzada que consumen té frecuentemente presentan una densidad ósea mayor a aquellas mujeres que no.

La densidad ósea es un parámetro usado para determinar el volumen de los huesos durante el transcurso del tiempo. A partir de la tercera edad, el grosor y fuerza de los huesos comienza a declinar.

Los polifenoles del té favorecen la reabsorción del calcio en los riñones y el depósito de estos en los huesos, en un proceso llamado remodelado óseo. Esto disminuye el riesgo a la osteoporosis y fracturas.

11. Favorece la memoria y mejora la concentración

El té es conocido por sus propiedades relajantes y fomentar una placidez mental que facilita el descanso.

Sin embargo, el té puede tener otro efecto significativo sobre tus capacidades cognitivas, especialmente aumentar los niveles de atención y disminuir la sensación de fatiga.

Estos efectos se deben a dos principales componentes: La teanina y la cafeína. En el hemisferio occidental, el consumo de cafeína proviene de dos grandes fuentes: el café y el té.

En promedio, una taza de té contiene alrededor de 47 mg de cafeína, aunque esta cifra varía dependiendo de la concentración y preparación de la bebida.

Un reportaje en la revista Psychopharmacology por investigadores del Reino Unido observó que el consumo de té negro mejoraba el desempeño psicomotor de los participantes.

Aquellos que consumían entre 1 a 4 tazas de té diarias demostraron mayores estados de vigilia, energía, vigor y una mente más despejada.

También se observó que la sensación de fatiga o cansancio mental, experimentado por personas una vez que el efecto de la cafeína disminuye, era mucho menor en aquellos que consumían té.

Otro hallazgo importante fue que el consumo de dos a tres tazas de té negro, intercalados a lo largo del día, ayudaba a mantener un estado de productividad y desempeño mental.

12. Retrasa el envejecimiento

El té negro puede que esté involucrado en mantener íntegras nuestras habilidades mentales.

A medida que envejecemos, nuestra capacidad cognitiva disminuye. Múltiples factores y agentes posiblemente estén implicados en este proceso.

Un muy posible candidato es el estrés oxidativo generado por radicales libres y la liberación de hormonas bajo estados continuos de estrés que ocasionan un daño irreparable a nuestra corteza cerebral.

Sin embargo, podemos ralentizar esto implementando cambios en nuestro estilo de vida y dieta.

Durante el proceso de elaboración de las hojas del té, se activan múltiples enzimas fenólicas, entre estas las catequinas. Al actuar como antioxidantes, protegen a las estructuras del sistema nervioso implicadas en la memoria (el hipocampo).

13. Disminuye el riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, causando un temblor incontrolable que afecta millones de personas en el mundo.

El efecto protector del té negro contra la degeneración del sistema nervioso puede ser múltiple. En primer lugar, disminuye el estrés oxidativo; los polifenoles actúan como factores moleculares que mantienen el ambiente celular en estado íntegro.

Segundo, el consumo de té mejora la circulación al sistema nervioso central. Estos dos factores pueden explicar la menor prevalencia a enfermedades neurodegenerativas tales como el Parkinson o el Alzheimer.

14. Contribuye con la salud bucal

El té es un aliado para tus mecanismos antimicrobianos en cualquier parte de tu cuerpo, incluyendo tu boca.

Los compuestos polifenólicos el té negro estimulen la actividad enzimática antimicrobiana de tus células inmunitarias y ejerce, también, un efecto probiótico.

Es decir, las bacterias anaeróbicas saludables que residen en tu boca pueden crecer y multiplicarse, actuando como la primera barrera de defensa contra cualquier microorganismo que entre allí.

El té también contiene fluoruro, un mineral encontrado en tus dientes que los mantiene fuertes. También ayuda a reducir la aparición de caries.

15. Reduce el estrés

Al igual que el café, el té negro te mantiene energizado y atento. Esto se debe a la cafeína en ambos.

Sin embargo, la cafeína eleva los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en sangre. Es por esto que, como efecto secundario, ciertas personas padezcan de estados de ansiedad o estrés tras ingerir demasiado café.

Por otra parte, la teanina atenúa los efectos de la cafeína sobre la liberación del cortisol y mantiene tu mente activa, pero relajada.

¿Cómo preparar el té negro?

Además de ser altamente beneficioso, el té es también fácil de preparar. El té negro puede ser adquirido en forma de bolsitas de té o en hojas sueltas.

Solo necesitas hacer lo siguiente:

  • Coloca a hervir el agua hasta el punto de ebullición. El té negro requiere de agua un poco más caliente de la usual para obtener todo su aroma y sabor.
  • En un recipiente, vierte el agua sobre las hojas o bolsa de té.
  • Deja la infusión reposar. El tiempo dependerá de tu gusto y que tan concentrada desees que tu bebida sea.
  • Retira las hojas flotantes. Puedes verter el agua sobre un colador para retirarlas. Si usaste una bolsa de té, simplemente la retiras.
  • Si deseas, puedes agregar un poco de zumo de limón o leche a tu infusión.
  • ¡Listo! Ahora puedes servir tu bebida.

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Enmanuel Da Silva

Enmanuel Da Silva

Estudiante de 3er año de Medicina. Escritor desde hace 2 años. Interesado en neuroanatomía, neurología, neuropsicología, psicología y psicología del aprendizaje.