La mayoría de las cosas que te propones hacer en la vida están ligadas a tu posibilidad de construir la disciplina necesaria para llevarlo a cabo.
Es por eso que es muy importante comprender cómo funciona el cerebro. Sin embargo, el cerebro es una de las estructuras más complicadas de nuestro cuerpo. Gracias a él no solo somos lo que somos sino que somos capaces de existir y de llevar a cabo demasiadas funciones.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre una de las áreas del cerebro más importantes , el tálamo.
Porque si quieres saber más sobre tu cerebro para poder entender cómo funciona y cómo sacar lo mejor de él, necesitas conocer cada una de sus estructuras y cuáles son sus funciones.
¿Qué es el tálamo?
El tálamo es una de las áreas del cerebro ubicada en la base del mismo. Es la materia gris que sirve para transmitir información sensorial por medio de las neuronas y que viaja desde la médula espinal y el tronco encefálico hasta la corteza cerebral.
El tálamo puede determinar la ubicación, el tipo y la duración de las sensaciones para que pueda reaccionar a ellas en consecuencia. Por ejemplo, si te golpeas el dedo del pie, sentirás un dolor en el pie durante uno o dos minutos.
Tener esta información disponible, le ayuda a corregir su rumbo asegurándose de caminar con más cuidado dentro de la casa o de usar un par de zapatos cuando lo haga para brindar protección adicional a sus pies.
Estructura del tálamo
El tálamo tiene una estructura única que contiene varios núcleos, llamados núcleos intralaminares y núcleos reticulares. Tiene un polo anterior y uno posterior.
Además hay cuatro superficies que son medial, lateral, superior e inferior. Por otro lado, el tálamo desempeña el papel de conectarse con el sistema nervioso y límbico.
A continuación, verás más información sobre las diferentes partes del tálamo y sus distintos núcleos y sus funciones.
Núcleos específicos
Hay tres tipos de núcleos talámicos que son núcleos de retransmisión sensorial, núcleos específicos y núcleos inespecíficos.
Cada uno de estos tiene un papel preciso. Por ejemplo, los núcleos específicos son responsables de transmitir las sensaciones primarias de varias partes del cuerpo al cerebro en el área apropiada de la corteza.
Los núcleos constan de dos partes. Son el núcleo posterior ventral, así como el cuerpo geniculado lateral y medio.
Núcleos inespecíficos
Por otro lado están los núcleos inespecíficos, también conocidos como talámicos intralaminares y de línea media.
Estos núcleos reciben información de la corteza cerebral, y luego el cerebro debe poder descifrarla. Conectan la actividad cerebral y tiene un papel en diferentes funciones, incluida la alerta al cerebro sobre posibles peligros o molestias.
Núcleos asociados
Estos núcleos regulan una actividad. En este sentido, obtienen la información de la corteza cerebral y la proyectan a las diferentes áreas de nuestro cuerpo.
Neuronas
El tálamo es una estructura cerebral de ubicación central que consta de una gran cantidad de grupos de sustancia gris o grupos de neuronas, llamados núcleos, con diversas funciones y conexiones.
Según un academic press de la Harvard Medical School, las neuronas son estimuladas por diferentes experiencias que se transmiten en patrones de actividad en las células cerebrales.
Los investigadores quieren rastrear estos patrones de actividad para comprender mejor cómo el cerebro da sentido al mundo, pero han estado limitados por la naturaleza y por la pequeña fracción de neuronas que pueden estudiar a la vez, solo unas miles de un estimado de 100 mil millones.
Células gliales
Las células gliales son un tipo de células no neuronales del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y del sistema nervioso periférico, que no producen impulsos eléctricos.
Su función principal es la de mantener la homeostasis, forman mielina y brindan apoyo y protección a las neuronas.
Características del tálamo
Una de las principales proyecciones del tálamo es su incidencia sobre los sentidos. Hay cinco sentidos: el gusto, el tacto, el olfato, el oído y el visón. Todos, menos el olfato, se ven afectados por el tálamo, que transmite información sobre las diferentes sensaciones que uno experimenta.
Cuando tienes una experiencia agradable con uno de tus sentidos, se queda en tus bancos de memoria para que la recuerdes siempre. Empiezas a asociar un buen recuerdo con la sensación y es posible que quieras volver a experimentarlo porque lo disfrutaste mucho.
Del mismo modo, si, por ejemplo, tienes una mala experiencia con algo que has comido, es probable que sientas repulsión cada vez que veas, huelas, pruebes o toques la comida en cuestión.
Lo que sea que sientas se debe principalmente a la información sensorial transmitida al tálamo. Si tocas una estufa caliente, sabes que no debes volver a hacerlo, gracias al tálamo, por temor a quemarte.
Forma parte del diencéfalo
El diencéfalo es una pequeña parte del cerebro que está oculta a la vista cuando se observa el exterior del cerebro. Esta región se divide en cuatro partes: el epitálamo, el tálamo, el subtálamo y el hipotálamo.
Es una de las estructuras más grandes
El tálamo es la estructura más grande derivadas del diencéfalo embrionario, la parte posterior del prosencéfalo situada entre el mesencéfalo y el cerebro.
No solo el tálamo es una de las partes del cerebro más grandes sino que también tiene un rol importante en muchas funciones que no tienen que ver mucho entre sí.
Interviene en importantes procesos mentales
El tálamo cumple varias funciones importantes, que van desde la transmisión de señales sensoriales y motoras, hasta la regulación de la conciencia y el estado de alerta.
De igual manera también cumple con procesos mentales importantes relacionados con el daño y los sentidos, para detectar el peligro.
Tiene forma simétrica
Un estudio publicado en JAMA Neurology concluyó que las zonas talámicas eran en su mayoría simétricas. Este grupo incluye el núcleo ventral, el núcleo ventral lateral y el núcleo ventral posterolateral y el inferior.
Mantiene la actividad cortical
Además de todas sus funciones sensoriales, el tálamo funciona como una especie de centro de comando de señales. El núcleo reticular se encarga de controlar la actividad cortical.
No interviene en la función olfativa
Durante muchos años se pensó que la vía olfativa también pasaba por el tálamo, sin embargo, estudios anatómicos recientes han demostrado que la ruta entre la corteza olfatoria y la corteza prefrontal es casi directa, por lo que no atraviesa al tálamo, lo que significa que este no interviene en la función olfativa.
Se comunica con la corteza de manera recíproca y bidireccional
Las interacciones del tálamo y la corteza cerebral funcionan de manera recíproca y bidireccional, ya que las interacciones neuronales en la dirección tálamo-córtex aumentan de manera significativa.
Lesiones en el tálamo ocasionan grandes deficiencias
Según un estudio publicado en Hindawi explica que las lesiones talámicas pueden generar una multitud de trastornos que incluyen enfermedades vasculares, trastornos metabólicos, enfermedades inflamatorias, traumatismos, tumores e infecciones.
Funciones del tálamo
El tálamo cumple con muchas funciones en el cuerpo, además de regular los impulsos sensoriales, tanto de dolor como placenteros, también cumple funciones importantes relacionadas con los cinco sentidos.
Además controla otras funciones del cuerpo como la respuesta a los corticoides, regular el sueño y el ciclo de la vigilia, controlar el movimiento, regular la conciencia, regular aspectos motores del cuerpo, y muchos otros más que estaremos viendo a continuación.
Procesa la información sensorial
Una de las principales características y funciones del tálamo, es que este funciona como una especie de mediador entre los impulsos enviados a través de la sinapsis de las neuronas que conectan al cuerpo con nuestro cerebro.
En otras palabras, si te quemas el dedo, tu dedo percibe el calor y las neuronas transformarán está tentación de calor y a través del tálamo llegar a la información que le diga al cerebro que esto quema o duele, y por ende, esta información sensorial para que quites la mano del fuego porque si no te quemaras y te hará daño.
Es por eso que el tálamo ha jugado un rol muy importante en la evolución del ser humano.
Gracias a esta información sensorial hemos sido capaces de sobrevivir todos estos años y evolucionar, alejándonos de las cosas que nos hacen daño, de alimentos que nos pueden quedar mal o nos pueden intoxicar, y hasta de personas peligrosas, animales depredadores, y otros factores que pueden terminar haciéndonos daño o incluso matándonos.
Regula el ciclo del sueño y vigilia
Un estudio publicado por Nature, explica que el sueño es una función talámica, pero es asistido por melatonina que actúa promoviendo la formación del huso. Así, la melatonina tiene una influencia moduladora sobre el inicio y el mantenimiento del sueño.
Juntos, el tálamo y el control crono biológico del sueño conducen a una comprensión nueva y mejorada de la fisiopatología de los trastornos del sueño del ritmo circadiano y también del principio de las intervenciones de higiene del sueño.
Controla el movimiento
El tálamo motor está implicado en el control del movimiento porque está ubicado estratégicamente entre las áreas motoras de la corteza cerebral y las estructuras subcorticales relacionadas con el motor, como el cerebelo y los ganglios basales.
Interviene en la consciencia
Un estudio publicado en Science Direct ha demostrado que las neuronas en el tálamo y las capas corticales profundas son más sensibles a los cambios en el nivel de conciencia, de manera consistente con los diferentes agentes anestésicos y el sueño.
Esto quiere decir, que el tálamo juega un rol muy importante a la hora de modular la conciencia. Esto se debe en parte a que el tálamo juega un rol muy esencial en el ciclo del sueño y la vigilia.
Influye en los aspectos motores del lenguaje
Cuando se trata de la codificación y la descodificación del habla, no solo importa el córtex cerebral, sino que también interviene el tálamo, cuya función es recibir las proyecciones del córtex y del sistema nervioso y enviar la información a todo el córtex.
En el proceso del habla intervienen mecanismos nerviosos sensoriales, motores y asociativos, que se encuentran interconectados.
Participa en la capacidad de centrar la atención
Podemos decir que la función más importante del tálamo es la de integrar la información sensorial dirigida a la corteza.
De hecho, transmite la mayor parte de la información de la corteza cerebral e integra varias modalidades sensoriales, facilitando o inhibiendo las proyecciones hacia unos lóbulos u otros.
Participa en la integración de las emociones
Las emociones están principalmente reguladas en el sistema límbico. Este sistema regula la función endocrina en respuesta a estímulos emocionales y participa en el refuerzo de la conducta.
El sistema límbico se compone de cuatro partes: el hipotálamo, la amígdala, el tálamo y el hipocampo.
Contribuye en la organización de la memoria
El tálamo está conectado funcionalmente al hipocampo como parte de su sistema, extendido en los núcleos anteriores del tálamo con respecto a la memoria espacial y el dato sensorial espacial, los cuales son cruciales para la memoria episódica humana y la memoria de eventos de roedores.
Interviene en la regulación de la excitación
El tálamo juega un papel importante en la regulación de la excitación, el nivel de conciencia y la actividad.
Por otro lado, el tálamo se ha considerado generalmente como una “puerta” para la información sexual que viaja desde la médula espinal hacia los centros superiores.
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