La miel es una sustancia que todos conocemos y seguramente la habrás usado más de una vez como sustituto del azúcar. Lo que quizás no sabes es que también es un excelente remedio natural al ser antioxidante, antiinflamatorio y antibacteriano.
Su función terapéutica y medicinal se debe a la mezcla de vitaminas, compuestos fenólicos, minerales, carbohidratos, etc., que la componen.
También, se debe destacar sus efectos antihipercolesterolémicos y en la regulación del sistema inmunológico y la respuesta glicémica.
¿Qué es y cómo se obtiene la miel de abeja?
La miel es una sustancia natural de sabor dulce y consistencia viscosa que es producida por las abejas (Apis mellifera). Éstas se encargan de recoger el néctar rico en azúcares de las flores.
Luego, estando en la colmena proceden a ingerirlo y regurgitar varias veces mientras que lo enriquecen con sus propias enzimas hasta que logra la calidad deseada.
Esta miel semi procesada es almacenada en el panal para que pueda madurar y secarse al perder por evaporación aproximadamente el 80% de agua que la compone. Esto se logra gracias a que las abejas abanican sus alas lo cual crea una corriente de aire.
Al haberse evaporado el agua, se sellan las celdas del panal con el fin de preservar la miel y evitar su fermentación.
Entre los elementos que le dan valor medicinal a la miel están: las vitaminas B, C, D, E; flavonoides y ácidos fenólicos, minerales como: calcio, hierro, magnesio, fósforo, zinc, potasio; aminoácidos, ácidos grasos (acético, cítrico), entre otros.
Pero para que estos elementos no pierdan sus propiedades terapéuticas es importante que la miel no sea expuesta a temperaturas mayores a los 40°C, es decir, no debe cocinarse.
Y es por esto que muchas mieles comerciales, al ser expuestas al proceso de pasteurización pierden gran parte de su poder curativo y efectividad, ya que esto produce la destrucción de dichos elementos.
Beneficios de la miel de abeja para tu salud
La miel ha sido usada desde la antigüedad como un tratamiento natural para diversas enfermedades. Su amplio uso se debe en gran medida a que su producción se realiza en casi todo el mundo y su forma de utilización no supone mayores complicaciones.
Aunque estamos seguros que en más de una ocasión has aprovechado sus diversas propiedades, preparamos para ti una lista con 10 beneficios de la miel de abejas que deberías conocer.
Quizás ya has escuchado hablar de alguno o habrás comprobado su efectividad de primera mano, lo que no dudamos es que serán de gran utilidad para ti y tus allegados.
1. Regula el azúcar en la sangre
Varias investigaciones han señalado la capacidad que tiene la miel de evitar la hiperglucemia al generar un menor aumento en los niveles de glucosa en la sangre, postulándose como un sustituto del azúcar en la dieta de las personas diabéticas.
Un estudio realizado en pacientes con diabetes tipo 1 arrojó que la miel produce una respuesta hiperglucémica inferior a la que produce la glucosa o la sacarosa.
Además, la fructosa de la miel favorece que la glucosa sea captada por el hígado para producir glucógeno el cual será usado como combustible por diversas partes del cuerpo como los músculos o para volver a generar glucosa cuando esta es necesaria.
Esto genera un impacto positivo en los demás órganos del cuerpo ya que los mismos funcionan mejor cuando no hay un exceso de azúcar circulando en el torrente sanguíneo.
Así mismo, la miel de abeja produce una disminución en la ingesta de azúcares ya que endulza más que la sacarosa.
2. Estimula el sistema inmunológico
La miel potencia la acción del sistema inmune ya que favorece la producción de ciertas células como son los linfocitos B y T y anticuerpos, las cuales participan en el proceso de respuesta ante agentes extraños o patógenos.
También promueve la liberación de citoquinas inflamatorias (interleucina-1β y la interleucina-6), que forman parte de la respuesta del sistema inmune ante infecciones.
En estudios de laboratorios realizados a ratones se ha comprobado que, en estos, al ingerir suplementos de miel, se produce un aumento en su producción de anticuerpos.
Otro factor a tener en cuenta es el poder antibacteriano y antiséptico de la miel tópica en el tratamiento de heridas, beneficio que detallaremos más adelante.
3. Mejora la función cerebral
Gracias a su propiedad antioxidante que produce la neutralización de los radicales libres generados por el estrés oxidativo, el nivel de neuroinflamación (que conduce a la degeneración y muerte neuronal) se reduce considerablemente.
Otro punto a tener en cuenta es que la miel de abejas ayuda a la absorción y fijación de calcio, el cual es necesario para que el cerebro cumpla sus funciones adecuadamente y aumenta la concentración del neurotransmisor acetilcolina.
Así mismo, previene el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer al evitar la hipoperfusión cerebral crónica que es uno de sus detonantes.
Igualmente, favorece la memoria en el proceso de aprendizaje ya que mejora la morfología de las áreas cerebrales relacionadas con la misma.
Un artículo de revisión sobre los efectos de la miel publicado en la revista Medical Sciences, expone varias investigaciones que concluyen que la miel es una terapia efectiva para evitar el deterioro cognitivo y la demencia.
Esto es gracias a sus antioxidantes (vitaminas C y E), flavonoides (catequina, kaempferol, apigenina) y ácidos fenólicos (gálico, sirínico, benzoico), etc.
4. Mejora el tránsito intestinal
Esto es posible gracias a que la miel es una sustancia que proporciona un tipo de oligosacáridos resistentes que componen a la fibra, y esta última incrementa la motilidad intestinal y tiene un efecto laxante.
A la par, aumenta el volumen de las heces ya que sirve de alimento a la flora intestinal que habita en el colon.
5. Regula el ciclo menstrual
Un estudio publicado en la revista científica Life Science Journal concluyó que el consumo de miel en mujeres que padecen de dismenorrea, disminuye considerablemente la intensidad del dolor durante el período menstrual debido a su poder antiinflamatorio.
Y al intervenir en la modulación de los procesos hormonales ya que promueve la producción del ácido graso omega-6, la miel también favorece que el ciclo menstrual sea regular.
6. Alivia la tos y el dolor de garganta
Un artículo de la revista médica Canadian Family Physician informa sobre un estudio realizado en niños, el cual concluye que la miel es eficaz para disminuir la gravedad y la frecuencia de la tos.
Otro estudio publicado en la National Journal of Physiology Pharmacy and Pharmacology en el año 2017, realizado a 200 pacientes con dolor de garganta por patología infecciosa e inflamatoria, tuvo los siguientes parámetros y resultados:
Se les suministró a 100 pacientes del grupo de estudio, una cucharada de miel dos veces al día acompañada de antiinflamatorios y antibióticos, a los 100 pacientes restantes del grupo de control solo se les indicó el tratamiento farmacológico.
Los pacientes que fueron sometidos al tratamiento con miel tuvieron un alivio más rápido del dolor de garganta y manifestaron mayor satisfacción que aquellos que solo se trataron con los fármacos.
Por lo cual determinaron que la miel es un tratamiento efectivo para la rápida recuperación de la sintomatología gracias a su capacidad antibacteriana y antiinflamatoria.
En el tratamiento del dolor de garganta está indicado ingerir una cucharada de miel de abejas junto a unas cuantas gotas de limón hasta que el síntoma de irritación y dolor desaparezca.
Para disminuir la tos y el resfriado se puede mezclar una cucharada de miel en una taza de infusión de jengibre y consumirse dos veces al día.
Otra opción para reducir la tos es realizar una mezcla con la pulpa de una hoja de sábila y media taza de miel. Esto se procesa en la licuadora y se obtiene un jarabe que puede tomarse hasta 5 veces al día.
7. Combate infecciones por heridas y quemaduras
Propiedad antibacteriana y antiinflamatoria en heridas propensas a infecciones o ya infectadas, lo que disminuye la sintomatología dolorosa, el edema y el exudado. También tiene actividad bactericida contra bacterias multirresistentes a antibióticos.
Esto se da por la acción de su enzima glucosa-oxidasa, que descompone la glucosa en peróxido de hidrógeno, el cual es una inhibina, junto a los flavonoides.
Esta descomposición se produce por la actividad enzimática en las abejas al recoger el néctar de las flores.
La miel estimula la formación de tejido sano, y acelera el proceso de cicatrización de las heridas ya que estimula su contracción y cierre.
Otro factor que favorece la rápida cicatrización de las quemaduras es la gran humedad que posee la miel, lo que ayuda al desarrollo de células epiteliales.
Al ser muy ácida (PH 3 – 4.5) no supone un ambiente ideal para que se desarrollen las bacterias, y estimula la acción de los linfocitos y los queratinocitos.
Aunado a esto, disminuye los radicales libres producto del estrés oxidativo que tiene lugar en las lesiones por quemadura.
8. Combate el acné y otro problemas cutáneos
Se da gracias a su propiedad antiséptica y antimicrobiana que evita el crecimiento de bacterias y hongos, como es el caso del Cutibacterium acnes, uno de los microorganismos responsables del acné.
También inhibe el crecimiento del hongo Candida albicans que causa candidiasis cutánea.
Igualmente, tiene poder antibacteriano contra la bacteria S. aureus, involucrada en el desarrollo de furúnculos, orzuelos e impétigo, y su superinfección es común en la dermatitis atópica.
Estudios publicados en la European journal of medical research (2001) y la revista Complementary therapies in medicine (2003) arrojaron resultados favorables al empleo tópico de la miel para tratar los síntomas de la dermatitis seborreica y atópica, y la psoriasis.
También está aconsejado el uso de la miel de abejas para ayudar en la cicatrización de las heridas quirúrgicas.
Al ser un producto natural es reducida la probabilidad de que produzca efectos adversos o irritantes en la piel, como pueden producir otros agentes químicos.
Su capacidad para tratar el acné está mediada por los mismos mecanismos empleados en el tratamiento de heridas y quemaduras: su alta acidez y el peróxido de hidrógeno liberado que se encarga de romper las paredes celulares de las bacterias.
9. Disminuye inflamaciones y dolores musculares
La actividad antiinflamatoria de la miel de abejas está mediada por la acción de sus antioxidantes: los flavonoides, taninos, vitamina C y del complejo B, catalasas, superóxido dismutasa, péptidos, aminoácidos, selenio, entre otros.
Su poder antioxidante es mayor en aquellas mieles de color más oscuro ya que estas poseen mayor cantidad de antioxidantes, los cuales reducen las concentraciones de radicales libres producidos en las etapas inflamatorias de las heridas y lesiones.
Entre los procesos orgánicos que se desarrollan en la actividad antiinflamatoria se encuentran: la infiltración de leucocitos, la disminución del exudado de la herida y la inhibición en la acción de las ciclooxigenasas.
Esto último, a su vez, inhibe la acción de las prostaglandinas quienes se encargan de inducir la inflamación. Esta actividad repercute positivamente en la supresión del dolor, ya que al disminuir la inflamación también lo hace la respuesta dolorosa.
10. Favorece el sueño y reduce el estrés
Otro de los beneficios terapéuticos que nos proporciona la miel es su capacidad de inducir un estado de relajación y estimular el sueño.
Esto se da ya que uno de sus azúcares promueve mediante varios mecanismos (donde también interviene el triptófano), la secreción de melatonina, la cual es una hormona que se encarga de regular el ciclo del sueño.
Por lo cual hay quienes recomiendan tomar una taza de leche tibia (la cual tiene triptófano) endulzada con miel antes de dormir.
En un estudio que tuvo como propósito evaluar la calidad de sueño en pacientes con enfermedad coronaria aguda, le indicaron beber una mezcla de leche con miel a los participantes antes de dormir.
Posteriormente, concluyeron que esta era una opción efectiva y de fácil acceso para mejorar la calidad de sueño de los mismos.
Es sumamente importante resaltar que la miel puede contener pequeñas cantidades de esporas de la bacteria Clostridium botulinum, y es por esto que no debe ser consumida por niños menores de 12 meses.
A esa edad al haber una escasa actividad inmunitaria, la respuesta del organismo a la neurotoxina que libera dicha bacteria es reducida, y hay riesgo de que el lactante desarrolle botulismo.
El botulismo es una enfermedad que produce envenenamiento acompañado de parálisis ya que afecta a los nervios periféricos, hay dificultad para deglutir, y de no ser tratada con la inyección antitoxina y transfusiones sanguíneas puede ser mortal.
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