El masoquismo, es un término bastante conocido y que suele utilizarse a la ligera para describir en algún contexto ciertas actitudes humanas.
El masoquismo, es en realidad un trastorno y va mucho más allá de tener afinidad por el dolor, aunque dentro de su definición todavía entran elementos como capacidad de tolerar sufrimiento y arriesgar el bienestar o seguridad por un bien.
En el siguiente artículo, ahondaremos sobre qué es exactamente el masoquismo, las causas de su pronunciación, tipos y tratamiento disponibles para la minimización de estos reflejos o respuestas en el individuo.
¿Qué es el masoquismo?
La palabra masoquista nace del arte. En este sentido, Leopold von Sacher-Masoch en el siglo XIX representaba en sus novelas personajes adictos al dolor físico y emocional, donde entonces podemos indicar que fue el nacimiento de este reconocimiento.
Posteriormente, en La psicopatía sexual de Richard von Krafft-Ebing, se le aporta significado al término y nace el reconocimiento de lo que es el masoquismo.
En términos generales, el masoquismo está bastante involucrado a prácticas sexuales, pero también abarca placer al dolor ocasionado a otras personas.
En el ensayo realizado sobre Personas masoquistas o autodestructivas, se contempla que es un patrón de sufrimiento, de queja, daño a uno mismo y autodesprecio, incluyendo también deseos inconscientes de hacer sufrir a los demás con el propio dolor.
Causas del masoquismo
El masoquismo como un trastorno, puede ser motivado por ciertos elementos que hayan sido detonantes a lo largo del crecimiento del individuo. Los mismos serán mencionados y explicados a continuación, para la mejor comprensión e identificación de los mismos.
Traumas infantiles
Aspectos masoquistas por parte de los padres depositados en los niños, suelen influir en el desarrollo de este trastorno, afectando además la presencia de traumas o abusos manifestándose así a lo largo del tiempo posible depresión, con rasgos masoquistas que requieran tratamientos e incluso períodos de hospitalización.
Crianza severa y violenta
Psicológicamente existen detonantes de crianza, que se transmiten en los infantes dependiendo del género.
Las niñas suelen ser afines a actitudes masoquistas, mientras que los niños pueden presentar inclinación hacia convertirse en agresores y repetir patrones. Pasa que en el sexo masculino, dominan los traumas de manera proactiva influyendo en esto la actividad hormonal.
Confusión respecto al placer-dolor
Sabemos que en la conceptualización cotidiana del dolor, no es reconocida la palabra placer como algo que venga incluido, por lo que la relación de estos dos factores puede causar confusión inicialmente en el individuo.
El masoquismo es la combinación y compenetración de estos dos términos, donde el cuerpo reacciona bloqueando la sensación de dolor a través de endorfinas, las cuales son las mismas hormonas que nuestro cuerpo utiliza con el amor, conocidos como las sustancias de la felicidad.
Entonces, estos componentes químicos se unen a los receptores del cerebro, bloquean el estímulo de dolor y se inducen al placer, por lo que el tipo de dolor relacionado al masoquismo para ese individuo, conlleva a sensaciones placenteras.
Inseguridad personal
El trastorno que se presenta en estos individuos, conlleva también a inseguridad y poca consideración del valor propio. Es una personalidad autosaboteadora e incluso bastante dependiente, por lo que la seguridad que requieren la obtienen de apego y emocionalidad bastante inestable.
Baja autoestima
Por la inseguridad previamente descrita y la poca valoración personal, los individuos con baja autoestima son también blancos para este trastorno. Es, como mencionamos previamente, un trastorno bastante autodestructivo con trasfondo en trastornos de personalidad.
Tipos de masoquismo
El masoquismo se puede distinguir a través de ciertos tipos bastante específicos. Los mismos serán descritos a continuación, para su mayor entendimiento e identificación de los mismos.
Erógeno
El masoquismo erógeno es sexual y se describe como el placer al ser expuesto a una posición pasiva, donde se sitúa como un objeto y a través del cual el otro se sirve placer, en muchos casos, la pareja.
En perspectiva, podríamos decir que el masoquismo erógeno es un sadismo contra sí mismo. La utilización de su dolor en la vida erótica, para la dirección hacia el placer.
Femenino
El masoquismo femenino, se encasilla en la autoflagelación o incluso la disposición para que alguien a quien le atribuye mayor autoridad sea el responsable de infringir dolor y propiciar placer. No es necesariamente sexual, pero sí una proyección paterna donde suelen percibirse a sí mismas incluso como indignas.
Se utilizan fantasías en ocasiones agravadas y que si suelen extrapolarse al ámbito sexual como por ejemplo:
- Ser insultada
- Ser golpeada
- Ser amarrada
- Ser humillada.
Moral
Es un masoquismo de degradación moral. Es una tendencia a la minimización y desvalorización de las capacidades, convenidos con sentimientos inconscientes de culpa que aunque afectan a nivel psíquico, son orientados a la complacencia sádica.
Funciona al no renunciar a situaciones que produzcan dolor o sufrimiento e incluso a la búsqueda de los elementos, que propician esas sensaciones de autocastigo en el individuo.
Tratamiento para el masoquismo
El masoquismo tiene límites, y en ocasiones se desdibujan o son difíciles de reconocer, por lo que un tratamiento adecuado y a tiempo sobre un trastorno masoquista es importante para el correcto desarrollo de un individuo, sobre todo en la capacidad de relacionarse personalmente.
Psicoterapia
La psicoterapia, es aplicada en casos donde se presenta incomodidad ante la necesidad de perversión sexual y presencias de fantasías masoquistas.
Si el individuo se cuestiona la naturaleza y estabilidad de sus deseos, es importante la acción analítica de un profesional, para conocer los orígenes y cómo controlar o concretar sus deseos y la normalización de los mismos.
Reestructuración cognitiva
La reestructuración cognitiva, es una terapia estratégica donde se aplican métodos cognitivos y conductuales para la interpretación de ciertos elementos que componen y pueden definir al individuo en cuestión.
Se aplican además modelos y metodologías, que ayuden a modelar nuevos hábitos con enfoques terapéuticos que cumplan con los objetivos de la reestructuración, siempre en consideración a la solución de trastornos como el masoquismo y sus derivaciones.
Psicodrama
En la Revista de diagnóstico de Clínica Contemporánea, abordan el psicodrama como una herramienta para atender síntomas complejos bajo efecto de traumas o trastornos conductuales.
Su aplicación en el masoquismo, se dirige a un abordaje terapéutico para el entendimiento, internalización y tratamiento del trastorno y sus motivos, cuidando el recorrido de la alteración psicológica y cuales son sus técnicas expresivas en el individuo.
Terapia asistida con animales
Este tipo de terapias funcionan como una intervención directa, organizada y diseñada para la disminución de reacciones adversas en los pacientes. La relación con ciertos animales, puede disminuir altos niveles de estrés o ansiedad y controlar impulsos como son los suscitados en el trastorno de masoquismo.
Se aplica además Terapia asistida con animales para las reestructuración cognitiva, por lo que se producen cambios en pensamientos negativos indicando resultados significativos y potenciales.
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