El lenguaje, es la capacidad por la que el ser humano a través de las palabras, puede comunicarse y expresar sentimientos y emociones, fundamental a la hora de relacionarnos socialmente.
Somos lo que nos decimos, la historia que nos contamos y vivimos en el contexto que genera nuestro lenguaje. En este sentido, utilizar un lenguaje positivo genera en nosotros una actitud motivadora, y generamos en los que nos escuchan cambios positivos.
Importante: Las palabras que elegimos para comunicarnos, nuestro tono de voz y nuestra melodía, pueden afectar de forma positiva o negativa a las personas que nos rodean, en el desarrollo físico, emocional y cognitivo del individuo.
A continuación, te presentamos un artículo que te ayudará a utilizar mejor los mecanismos de la comunicación.
¿Qué es el lenguaje positivo?
Según el filósofo Luis Castellanos (2016), “El lenguaje positivo es el hecho de poner inteligencia en el lenguaje. Significa entender, apreciar y usar las palabras que formulamos de una manera efectiva y beneficiosa para mejorar la comunicación, la relación con los demás, con uno mismo, y para la toma de decisiones”.
En este contexto, es importante la coherencia de nuestros pensamientos y nuestras emociones, aportando una seguridad y una claridad al receptor. Es una característica de la comunicación asertiva (1).
El mismo autor refleja que, “ciertas palabras, especialmente aquellas que tengan más significación sobre esa persona en particular, son capaces de activar una red extensa de áreas cerebrales en las que determinadas sustancias neuroquímicas funcionan como impulsores entre neuronas”.
En el niño, el lenguaje positivo refuerza la autoestima, desarrollando una actitud que le permite afrontar situaciones de la forma más beneficiosa, lo fortalece en el proceso de aprendizaje e influye en su actitud y en sus relaciones interpersonales.
Para destacar: El empleo de un lenguaje positivo en nuestra vida diaria causa un gran impacto tanto en nosotros como en quien las recibe. Como estrategia es importante saber utilizarla en el proceso de aprendizaje de nuestros niños, por vía parenteral o académica formal.
A nivel cognitivo eleva los niveles atencionales, memorísticos, motivacionales y creativos, beneficiando la percepción en de la realidad que nos rodea influyendo en el proceso de toma de decisiones.
Características del lenguaje positivo
El lenguaje positivo está constituido por un conjunto de elementos que lo definen y lo caracterizan. Entre ellos están:
Involucra la comunicación asertiva
La comunicación asertiva, involucra necesariamente un lenguaje positivo ya que consiste en una habilidad social para comunicarse, especialmente la oral.
En consecuencia, comunicarse de manera asertiva constituye expresar pensamientos y emociones de manera empática, pero a la vez precisa. Por lo que, el lenguaje positivo está intrínsecamente vinculado con la misma.
Constituye una herramienta poderosa
El lenguaje positivo es una de las herramientas que le permite a la sociedad, funcionar, integrarse, forjarse objetivos comunes y alcanzar metas. El hombre cuando recibe mensajes de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, se convierte en un personaje proactivo y motivado.
Es de gran utilidad en momentos de conflicto
Un conflicto se presenta como una confrontación de realidades, que defiende nuestro posicionamiento y nuestra conducta hacia una situación determinada.
Ahora bien, el lenguaje nos permite acceder a nuevas esferas de comprensión que posibilitan la reubicación respecto a la situación inicial. Utilizar un lenguaje positivo, por al menos una de las partes, puede ayudar al entendimiento y la comprensión de la otra.
Indudablemente que en momentos de conflicto, el lenguaje positivo genera la vía para resolverlos. Abre el camino hacia el entendimiento, hacia el acuerdo.
Tiene gran influencia a nivel cerebral
Al utilizar un lenguaje positivo, los procesos cognitivos que se llevan a cabo en el cerebro eleva sus niveles atencionales, memorísticos, motivacionales y creativos y, por ende, beneficia las dinámicas de interacción y entendimiento.
Cambia la manera de sentir y pensar
Por el lado del transmisor, el lenguaje positivo cambia la perspectiva de cómo percibe el entorno, incluyendo los estímulos verbales que recibe de otras personas.
Para el receptor, percibe de forma más atenta, amable y cordial los estímulos del que transmite, mejorando la forma de entender el entorno.
Tiene gran influencia en la educación
Aquí la gran utilidad e importancia de la comunicación. Según Luis Castellanos, las palabras “forjan nuestra personalidad, nuestra memoria, nuestra capacidad de ver el mundo. Las palabras positivas nos enseñan a ver el lado favorable de ese mundo”. Concluye su reflexión añadiendo, “lo que vamos a llegar a ser, va a construirse con palabras” (2).
Puede orientar hacia el bienestar
Las palabras constituyen el armazón de todo lo que vamos a realizar en la vida. Todo nuestro futuro se construye con las palabras. Cuando avanzamos en la vida y evaluamos nuestros logros, nos percatamos que hemos alcanzado lo que nos hemos propuesto
Si nuestro balance es positivo, inmediatamente sentimos una sensación de bienestar. Si construimos nuestro futuro sobre la base de palabras negativas, lo más seguro es que al final tengamos en nuestras manos productos efímeros y sin valor.
Beneficios del lenguaje positivo
Existen muchos beneficios al usar el lenguaje positivo, unos a nivel orgánico y otros a nivel psicológico. Te exponemos algunos de ellos:
Incrementa las posibilidades de llevar una vida feliz
Las palabras positivas tienen un enorme poder en el consciente, porque son capaces de generar un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo. Un discurso lleno de palabras positivas, alentadoras puede animarnos en circunstancias difíciles.
Una sesión de entrenamiento, incorporando en nuestra rutina la utilización del lenguaje positivo incide directamente. Nos hace pensar que todas las metas que se han trazado es posible alcanzarlas.
Permite enfrentar miedos
El lenguaje positivo como estrategia de la comunicación asertiva, genera en el individuo, confianza en sí mismo. Sentimos esa sensación sana de poder, de que el mundo que nos rodea está presto a ayudarnos con amabilidad y sin interés.
Potencia el sistema inmune
Médicamente se ha comprobado que la depresión y el estrés, provocan alteraciones en el sistema inmunológico y llegan a favorecer la presencia de enfermedades. Usar un lenguaje negativo diariamente, suprime la función inmunológica de nuestro organismo.
Importante: Sentirnos confiados, en que todo lo que planeamos lo vamos a lograr, que nuestras palabras van a ser bien escuchadas y bien entendidas genera esa sensación de alivio psicológico. Recordemos que el sistema inmune se activa o desactiva en relación al estado de nuestra psique.
Incrementa el autoestima
La valoración, la percepción o juicio positivo que una persona hace de sí misma en función de la evaluación de sus pensamientos, sentimientos y experiencias está en función de cómo percibimos el mundo.
Tener una autoestima alta sugiere una imagen positiva de uno mismo, lo cual es muy importante para afrontar la vida con decisión, sacando lo mejor de nuestra personalidad y ser totalmente independiente. El lenguaje positivo contribuye a este logro.
Mejora las relaciones interpersonales y laborales
Una dificultad del ser humano, es la de interrelacionarse para alcanzar objetivos comunes. Ponerse de acuerdo en una dirección no es fácil.
El propósito del lenguaje positivo utilizado como estrategia para la asertividad en el trabajo y en las relaciones interpersonales, es precisamente establecer una comunicación efectiva, directa y productiva entre actores y con el entorno.
Fortalece la inteligencia emocional
Las personas emocionalmente inteligentes, manifiestan con mayor intensidad ciertas habilidades prácticas como la empatía, la capacidad de motivación (tanto hacia uno mismo como hacia los demás), la autoconciencia, la capacidad de controlar la exteriorización de las emociones y el liderazgo.
Nota: La práctica del lenguaje positivo contribuye enormemente al desarrollo de este aspecto.
Aumenta la calidad de vida
La calidad y expectativa de vida del hombre aumenta progresivamente en la medida que va incorporando en su lenguaje, a su que hacer diario y sobre todo en su consciente, palabras positivas.
¿Cómo aplicar el lenguaje positivo?
Existen algunas orientaciones para aplicar el lenguaje positivo. Aquí te presentamos algunas:
Identifica lo que se quiere transmitir
No podemos estar amarrados a decir lo primero que se nos venga a la mente. Es necesario cuando sea posible, meditar lo que queremos transmitir, cómo lo vamos a transmitir y esencialmente las palabras que vamos a utilizar si deseamos buena receptividad.
Evita palabras negativas y despectivas
Generalmente las palabras negativas escapan del lenguaje humano debido a emociones que no podemos controlar. Estas son llamadas palabras negativas, y se llaman así porque son palabras hirientes, autoritarias y poco respetuosas, expresiones y gestos que transmiten desafecto y desacuerdo.
Siendo así, hay que evitar en todo contexto que el inconsciente domina nuestra acción, meditar lo que vamos a expresar y utilizar como mecanismo de comunicación el lenguaje positivo.
Realiza una lista de palabras motivadoras
Construir un vocabulario positivo para interiorizarlo y convertirlo en palabras de uso diario y cotidiano, es lo más aconsejable.
Para destacar: Haz de esta tarea algo cotidiano; revísala al levantarte y al acostarte, internalízalas y por sobre todo úsalas y siente desde adentro tu propia transformación. Construye frases con ellas como: “Lo único imposible es aquello que no intentas”, “No será fácil pero merecerá la pena”.
¡Hazlo y verás!
Modifica tu estado de ánimo
Existen técnicas que pueden ser utilizadas para modificar el estado de ánimo en momentos difíciles como la respiración. Para complementar, internaliza en tu mente aquellas palabras con contenido positivo que te ayuden a modificar tu estado de ánimo.
Para destacar: Frases como: !Soy genial!, !soy excelente!, !soy importante!, !soy maravilloso(a)!, !voy a aprender!, contienen un mensaje positivo y que nos ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Evita las etiquetas negativas hacia los demás
Si no quieres tener a tu alrededor a personas con actitud agresiva hacia ti, evita las etiquetas negativas hacia los demás. “Eres malo”, “no sirves para nada”, “eres un bruto”, son etiquetas que comúnmente son utilizadas en las aulas de clase, y que pueden revertir el proceso de aprendizaje en la educación formal.
Inclusive, estas etiquetas cuando son utilizadas por nuestros parentales, ocasionan un daño que puede ocultarse en el inconsciente, pudiendo constituir en el futuro trastornos psicológicos. El lenguaje positivo es el centro impulsor que elimina este tipo de expresiones
Aplica la empatía
Antes de contestar un comentario que no nos agrade de otra persona, apliquemos la empatía y construyamos una respuesta que contribuya a mejorar la comunicación antes de profundizar un conflicto.
La empatía ayuda a comprender en algunos casos, el por qué de la reacción de la otra persona, y la razón de su respuesta; ello permitirá que nuestro consciente construya favorablemente la respuesta con palabras positivas.
Exprésate con sinceridad pero sin herir
Expresarse con sinceridad no es decir con contundencia y agresivamente nuestro mensaje. La sinceridad expresa la convicción de nuestras palabras, que lo que estás comunicando carece de fingimiento.
El lenguaje positivo se caracteriza por su sinceridad, nunca debemos insertar palabras vagas, con doble sentido o enmascarando intenciones para convertirla en un lenguaje positivo.
Importancia del lenguaje positivo
El lenguaje positivo es una herramienta transformadora de actitudes y de personas. Desde el momento mismo de la crianza de nuestros parentales o cuidadores, hasta el momento en que llegamos al aula de clases, un lenguaje positivo constituye un mecanismo que refuerza nuestro proceso de aprendizaje, nos ayuda a adaptarnos e integrarnos a la sociedad, nos socializa.
Por ende, el uso de las palabras positivas contribuye a la resolución de diferencias individuales y colectivas, ayudando a la interacción de objetivos y metas comunes. Construye a una mejor persona y a una gran sociedad.
Conclusiones claves
- Las palabras que elegimos para comunicarnos, nuestro tono de voz y nuestra melodía, pueden afectar de forma positiva o negativa a las personas que nos rodean, en el desarrollo físico, emocional y cognitivo del individuo.
- Según el filósofo Luis Castellanos(2016), “El lenguaje positivo es el hecho de poner inteligencia en el lenguaje. Significa entender, apreciar y usar las palabras que formulamos de una manera efectiva y beneficiosa para mejorar la comunicación, la relación con los demás, con uno mismo, y para la toma de decisiones”.
- Un lenguaje positivo involucra la comunicación asertiva, lo que significa comunicarse de manera empática y precisa entendiendo la posición de la otra persona. También es de gran utilidad en momentos de conflicto, pues genera la vía para resolver el problema de forma calmada. Entre otras características que ayudan a tener buenas relaciones interpersonales y una vida positiva y agradable.
- Para poder aplicar un lenguaje positivo en tu vida, te recomendamos aplicar empatía con quienes te rodeas, sé sincero pero sin herir a otros, evita las etiquetas negativas hacia los demás, (las palabras tienen mucha fuerza y no sabemos a quien podemos afectar de manera negativa o positiva). Modifica tu estado de ánimo evitando la negatividad o palabras negativas, piensa antes de hablar.
