Faringoamigdalitis: qué es, causas y tratamiento

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Muchos de nosotros hemos experimentado una inflamación de garganta en algún punto de nuestras vidas, particularmente durante nuestra niñez. Rara vez estas infecciones pasan a representar un mayor riesgo.

Pero, ¿por qué ocurren? ¿Por qué nos sentimos así? ¿Hay alguna manera de evitar enfermarnos o que nuestros hijos se enfermen?

A continuación, en el siguiente artículo, buscaremos responder todas esas dudas e incluso más.

¿Qué es la faringoamigdalitis?

La faringoamigdalitis es la inflamación de la faringe y las amígdalas palatinas. La faringe forma parte de las vías respiratorias altas. Por otro lado, las amígdalas palatinas cumplen un rol como parte del sistema inmunitario sistémico.

Ellas están encargadas de procesar ciertos antígenos (proteínas extrañas que ingresan a nuestro cuerpo), ya que el tejido que lo conforma es capaz de producir células inmunitarias, tales como los linfocitos T y B.

Importante: La faringoamigdalitis representa una de las causas más comunes por las cuales una persona acude a un médico. Sólo en los EEUU, el 2% de los adultos que se dirigen al médico son por síntomas de faringitis. (1) En los niños, ese porcentaje llega hasta el 6%. (2)

Causas de la faringoamigdalitis

La inflamación de la faringe y de las amígdalas palatinas (también conocidas como tonsilas), se puede producir por una variedad de causas, aunque unas predominan más que otras, como se verá a continuación.

Virus

Son la causa más frecuente de la faringoamigdalitis. Representan del 30 hasta el 60% de las causas en los adultos. La incidencia de causas infecciosas de faringoamigdalitis en el niño es aún más alta, especialmente entre los 4 y 7 años de edad.

Nota: Los agentes virales que más frecuentemente inflaman estas partes de nuestro cuerpo, son los virus respiratorios. Por ejemplo, los causantes del resfriado común (adenovirus, rinovirus, influenza, coronavirus y el virus sincitial respiratorio).

Existen clases de virus, cuyo objetivo principal no es el tracto respiratorio, pero que también pueden generar inflamaciones. Estos son el virus del Epstein-Barr, virus del herpes simple, el citomegalovirus y el VIH.

Bacterias

Las causas bacterianas de la faringoamigdalitis son menos frecuentes, pero igual de significativas. En los niños, del 15% al 30% de las infecciones por estreptococo beta hemolíticos del grupo A (GABHS, por sus siglas en Inglés). (3)

En los adultos, esta proporción es menor (5-15%). (4) Del grupo de los GABHS, el principal agente bacteriano es el streptococcus pyogenes. Otras bacterias, que no forman parte de ese grupo, también pueden generar esta infección.

Un ejemplo de ellos, son el Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, y el Arcanobacterium haemolyticus. Pero, que estas bacterias sean las responsables, son eventos relativamente infrecuentes.

Nota: A diferencia de las faringitis virales, las infecciones bacterianas corren el riesgo de producir una supuración (producción de pus), que puede afectar a otras estructuras adyacentes.

Aire

Los agentes infecciosos del tracto respiratorio (superior o inferior), son la causa más frecuente de estas infecciones. Generalmente, ocurren por exposición a una persona que es portadora de un virus o una bacteria.

Al mantener contacto cercano, los agentes infecciosos salen al aire cuando la persona portadora habla, tose o estornuda.

Importante: Minimizar contacto, especialmente niños, con personas que actualmente tengan una infección o hayan sufrido resulta útil para evitar la propagación de infecciones.

Contacto directo

Como explicamos anteriormente, no todas las causas infecciosas de faringoamigdalitis derivan de agentes que se propagan en diminutas gotitas de saliva en el aire. Algunos, se transmiten de otra manera.

Por ejemplo, el citomegalovirus,puede transmitirse a través del contacto directo de los fluidos corporales de la persona infectada (saliva, orina, sangre, semen o fluidos vaginales). (5)

Al entrar en contacto con la persona, el virus puede generar una mononucleosis infecciosa, responsable también de la inflamación de las amígdalas.

Síntomas de la faringoamigdalitis

En el contexto clínico, la faringoamigdalitis es fácilmente reconocible por el cuadro de signos y síntomas que lo caracterizan. Ahora bien, distinguir una faringitis viral de una bacteriana, sin pruebas de laboratorio, es difícil.

No obstante, los médicos han creado una escala basada en la sintomatología del paciente. Dependiendo del puntaje, existe un cierto rango de probabilidad de que la faringitis sea bacteriana o no.

Si el puntaje es igual o mayor a 4, las probabilidades de una faringitis bacteriana es más del 50%. Por el contrario, si el porcentaje es igual a 1 o menos, las probabilidades se reducen a un menos del 10%.

A continuación, te explicaremos algunos de los síntomas más comunes.

Fiebre

La fiebre es una respuesta corporal, común que nuestro sistema utiliza para hacer frente a algún peligro. Las altas temperaturas convierten a nuestro cuerpo en un ambiente inhospitable para algunos agentes infecciosos, logrando neutralizarlos.

Nota: La fiebre puede venir acompañada de escalofríos, dolores musculares y sudoración excesiva. Si la causa de la faringitis es bacteriana, la fiebre puede incluso alcanzar temperaturas mayores de 38.5 °C.

Amígdalas inflamadas

Indiferentemente de la causa, un virus o una bacteria puede inflamar las tonsilas. Esta inflamación incomoda a la persona a la hora de tragar, lo que entorpece su rutina diaria.

Las infecciones virales tienden a inflamar las tonsilas, pero estas no se hipertrofian (es decir, crecen de tamaño) ni hay presencia de un exudado. Por otro lado, en las faringoamigdalitis bacterianas, las tonsilas pueden crecer y presentar exudado.

En la mononucleosis infecciosa, las tonsilas están tan hipertrofiadas e inflamadas que pueden entrar en contacto con la úvula (también conocida como ‘campana’ o ‘campanilla de la boca’).

Ganglios del cuello inflamados

Los ganglios linfáticos del cuello son los afectados, en este caso. Estos se dividen en anterior (los que están por delante) y los posteriores (los que están en la parte trasera del cuello).

Importante: Cuando un ganglio linfático se inflama, estos se convierten en masas dolorosas, duras y palpables en el cuello (normalmente, no se pueden palpar). Una infección que afecte sólo a los ganglios linfáticos delanteros, sugiere que tal vez una bacteria sea responsable.

Dolor de garganta

Esta es la causa común que refieren las personas cuando acuden al doctor. Se caracteriza por un dolor e incomodidad, especialmente a la hora de tragar comida o saliva.

Muchos virus y bacterias, tienen una cierta afinidad hacia las células de la mucosa faríngea, lo cual las convierte en asiento de muchas infecciones. Una vez allí, comienzan a replicarse y liberar toda clase de antígenos e incluso toxinas.

Dolor de cabeza

Los dolores de cabeza son más consistentes por infecciones de estreptococo beta hemolíticos. Generalmente, son causados por el estrés corporal que el virus o bacteria está ejerciendo sobre el cuerpo.

Los dolores de cabeza tienden a tener un comienzo brusco, pero estos ceden una vez que la infección comienza a ser tratada, generalmente con ninguna secuela.

Tos

La tos es otro mecanismo de defensa, al igual que la fiebre. Es la contracción repetida de las vías aéreas inferiores (los broncos), quienes provocan esa expulsión súbita de aire al exterior. Pero, ¿por qué?

En nuestras vías aéreas, hay pequeñas vellosidades que arrastran hacia arriba, en un movimiento similar a un barrido, cualquier sustancia que se adhiera a la superficie. Una vez que estén lo suficientemente fuera, la tos o el estornudo buscan expulsarlas completamente.

Secreción nasal

También conocida como rinorrea. Ciertos virus, causantes del resfriado común, provocan este fenómeno, porque las células de nuestra nariz se ven estimuladas y producen una mayor cantidad de moco (mayor a la que normalmente hay).

Esto produce esas incómodas, e incluso bochornosas, secreciones nasales abundantes a cada rato. Como el espesor de la capa de moco crece desproporcionadamente, las sustancias odoríferas tienen mayor dificultad para establecer contacto con las neuronas responsables del olfato.

Nota: La secreción nasal es la razón por la cual el sentido del olfato (y del gusto también) se ven atenuados durante el resfriado o la gripe).

Halitosis

La halitosis es un mal aliento crónico. Es decir, algo que ni la menta, ni el cepillado bucal pueden solucionar, a menos que la verdadera causa subyacente sea tratada. ¿Cuál es? La acumulación bacteriana.

La acumulación de bacterias en la garganta, senos paranasales y/o nariz pueden generar este mal aliento. Aliviar la inflamación con el tratamiento adecuado disminuirá el mal aliento.

Disfonía

La contracción de los músculos de la laringe y de las cuerdas vocales nos permite articular y pronunciar correctamente las palabras que deseamos expresar. Cuando se inflama la garganta, esto se dificulta.

Generalmente, es lo que se conoce como la voz ronca que las personas padecen cuando su garganta está inflamada.

Inapetencia

Si la garganta está inflamada, el deseo de comer de la persona disminuirá significativamente, por la irritación y dolor que produce cada vez que traga.

Tip: Se recomiendan alimentos no sólidos, como las sopas y caldos, para mantener el nivel de nutrientes y electrolitos en el cuerpo.

Tratamiento para la faringoamigdalitis

La faringoamigdalitis raramente es mortal. Pero, sus complicaciones a largo plazo son significativas. La fiebre reumática y cardiopatía reumática (consecuencia directa de la anterior) es una causa importante de muerte de origen cardíaco en países en desarrollo.

Por ende, debe ser tratada apropiadamente. El principal objetivo terapéutico incluye disminuir los síntomas, prevenir el contagio y transmisión de la enfermedad y evitar sus complicaciones.

A continuación, mencionaremos algunos de sus tratamientos más frecuentes.

Antibióticos

Los tratamientos antibacterianos sólo se utilizan, si se sospecha de una infección bacteriana. Recuerden que existe una escala para determinar si la infección es vírica o bacteriana.

Si el resultado sugiere que es por una bacteria, se debe aplicar un tratamiento empírico y realizar pruebas como el frotis faríngeo, cuyo material es usado en pruebas rápidas de antígenos o cultivo faríngeo, para determinar la presencia, o no, de bacterias.

Nota: El antibiótico por excelencia para hacer frente a las faringitis causadas por GABHS es la penicilina, tanto para adultos como niños. Aquellas personas alérgicas a la penicilina se les administran cefalosporinas o eritromicina.

Hidratación constante

Mantener los niveles de electrolitos en niveles adecuados, es primordial. La fiebre y la sudoración hacen que la persona enferma pierda líquidos corporales excesivamente.

Tip: Comidas no muy sólidas, bebidas refrescantes e incluso postres congelados son algunos de los alimentos que una persona con una garganta inflamada puede consumir.

Descanso y reposo

El descanso, y una adecuada hidratación, son los tratamientos más efectivos para la mayoría de los casos de faringitis. Si son causados por virus, la inflamación dura aproximadamente de 5 hasta 10 días, hasta que finalmente el cuerpo mismo se encarga de la amenaza.

Nota: La persona debe evitar realizar ejercicios físicos o cualquier actividad exhaustiva, ya que arriesga perder mucho más líquidos corporales que los necesarios.

Amigdalectomía

También conocida como tonsilectomía. Es la extirpación quirúrgica de las amígdalas palatinas. Son muy pocos los pacientes que requieren llegar a estos extremos.

Generalmente, los candidatos a una amigdalectomía son aquellos pacientes que sufren de faringitis estreptocócica con frecuencia, demuestran reacciones alérgicas a múltiples antibióticos o tienen antecedentes de abscesos peritonsilares.

Importante: Actualmente, la eficacia de este procedimiento se ve cuestionada. Como en toda cirugía, existe el riesgo a complicaciones, como hemorragias o infecciones. Hasta un 3.9% de pacientes que fueron sometidos a amigdalectomías ingresaron a urgencias por complicaciones. (6)

¿Cómo evitar la faringoamigdalitis?

Afortunadamente, la faringoamigdalitis puede ser evitada con una serie de medidas que disminuyan el riesgo de contagio. A continuación, mencionaremos algunas de estas.

Mantener distancia con personas enfermas

Si sabes que un conocido, familiar o amigo, han sufrido de un dolor de garganta persistente, abundante secreciones nasales e incluso fiebre, lo mejor es mantenernos alejados de dicha persona por los momentos.

Lo mismo ocurre con los niños. Aunque no es infrecuente en lo absoluto que una niño sufra una faringitis, si sabemos que existe un riesgo al dejarlos entrar en contacto con una persona que recientemente ha estado enferma, lo mejor es mantenerlos alejados.

Evitar compartir objetos personales con personas contagiadas

Un objeto que es capaz de cargar con una infección, se denomina fomites. Estos pueden ser objetos de uso cotidiano: ropa, utensilios, muebles, las manillas de los autos, de las puertas de un edificio público, barandal de escalera, etcétera.

Tip: Si nos encontramos en un sitio público, donde transcurren cientos de personas a diario, deben minimizar el contacto con estas superficies. De no ser posible (como la manija de una puerta), evitar llevarnos la mano a nuestro rostro inmediatamente luego de tocarla.

Cubrirse la boca al estornudar o toser

Es una norma de higiene básica e importante. El toser o estornudar, expulsa súbitamente millones de partículas al aire ambiental. Otras personas inhalan susodichas partículas inadvertidamente.

Lo óptimo es cubrir nuestra boca o nariz con nuestro codo al momento de toser o estornudar, dirigiendo nuestro rostro en la dirección opuesta a donde se encuentran otras personas.

Lavarse las manos constantemente

Otra regla inverosímil. Un lavado de manos efectivo y completo reduce sustancialmente las probabilidades de que un virus o bacteria, capaz de burlar nuestras defensas, entren en nuestro cuerpo.

Luego de tocar fomites o estrechar la mano con personas en público, evita llevarte esa parte del cuerpo a tu boca, nariz u ojos. Luego, cuando se dé la oportunidad, lávate la mano. De esa manera, evitas el contagio.

Conclusiones Claves

  • La faringoamigdalitis es causada por virus, primordialmente. Las infecciones por bacterias corren un mayor riesgo por complicaciones como los abscesos.
  • Los síntomas son dolores de garganta, fiebre, ganglios linfáticos inflamados, amígdalas inflamadas y malestar general.
  • Para la mayoría de los casos, la hidratación y el reposo son las mejores armas para combatir las infecciones por virus.
  • Emplear reglas de higienes básicas (lavado de manos, cubrir su boca al toser o estornudar) disminuye el riesgo de contagio, protegiéndose a usted y a otros.

Enmanuel Da Silva

Enmanuel Da Silva

Estudiante de 3er año de Medicina. Escritor desde hace 2 años. Interesado en neuroanatomía, neurología, neuropsicología, psicología y psicología del aprendizaje.