Los pulmones son uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, nos ayudan en nuestro sistema respiratorio para vivir plenamente, a través del transporte del aire. Sin embargo, son uno de los órganos de mayor delicadeza y cuyas enfermedades asustan a la sociedad.
En este sentido, en el presente artículo conoceremos una de esas enfermedades muy conocida llamada embolia pulmonar, así como también sus causas y el tratamiento adecuado para abordarla.
¿Qué es una embolia pulmonar?
La embolia pulmonar, también es conocida como tromboembolismo pulmonar, es una enfermedad de categoría mortal que causa un cierre completo o estrecho en la arteria pulmonar, afectando incluso sus ramas y venas sanguíneas alrededor del pulmón.
Se considera grave por el hecho de que, al cerrarse los vasos sanguíneos del pulmón, no se distribuye la sangre ni el oxígeno, lo que causa en poco tiempo el ahogamiento y por último el fallecimiento. En otros casos se puede sufrir de dolor torácico o infarto pulmonar y fiebre.
Nota: Un estudio médico menciona que “El embolismo pulmonar es una condición que se asocia a una alta mortalidad y morbilidad. Se estima que más de 100.000 casos de EP ocurren anualmente”. (1)
¿Qué puede causar una embolia pulmonar?
La embolia pulmonar tiene distintas causas claves, las cuales son muy importantes de conocer debido a su nivel de gravedad. A continuación, te presentamos las causas más importantes:
1. Traumatismos graves
Entre los traumatismos más peligrosos que causan la embolia pulmonar se encuentran el traumatismo torácico, así como lesiones de la pared torácica y en el árbol traqueobronquial. También pueden ser los causantes del derrame pleural.
Nota: Se conoce, gracias a un estudio médico, que “La trombosis venosa se ve favorecida por uno de estos tres factores: estasis venosa, lesiones de la íntima o hipercoagulabilidad. Factores ocasionados por lesiones en las paredes torácicas o contusiones pulmonares” .(2)
2. Cirugía mayor
No es una causa muy común, pero si es necesario tenerla muy en cuenta. Existen cirugías mayores que son complejas en el proceso, teniendo incluso muchas complicaciones o factores de riesgo que pueden llegar a causar embolias pulmonares.
Este tipo de cirugías son aquellas para tratar lesiones, enfermedades o tumores, malformaciones graves y traumatismos.
3. Lesiones en miembros inferiores
Esto se refiere a lesiones en extremidades inferiores, que pueden estar ligadas de una forma muy directa a la embolia pulmonar.
Primero hay que aclarar que por miembros inferiores se hace referencia a las piernas, constituidas por los huesos, articulaciones, músculos y hasta los tendones. Las cuales pueden llegar a sufrir lesiones o traumatismos que afectan a los vasos sanguíneos de todo el cuerpo.
4. Enfermedades cardiovasculares y autoinmunes
Algunas de las enfermedades cardiovasculares más peligrosas causantes de la embolia pulmonar son: la insuficiencia cardíaca , hipertensión, apoplejía y enfermedad cerebrovascular. Por otro lado, las enfermedades autoinmunes que atacan las células sanas de nuestro organismo como la diabetes o el lupus, también pueden causar una embolia pulmonar.
Importante: Cabe destacar que un estudio menciona que “El grupo de enfermedades cardiovasculares son poco frecuentes en la mujer antes de la menopausia, siendo entonces estas mujeres de 40 años en adelante, las que tienen cierta posibilidad de sufrir una embolia pulmonar”. (3)
5. Fármacos hormonales
El consumo o uso no adecuado de los fármacos hormonales, especialmente sin prescripciones, puede traer graves consecuencias para el organismo, incluso efectos como los sofocos, astenia o fatiga prolongada y baja circulación sanguínea. Esto último afecta directamente a los vasos sanguíneos del cuerpo humano.
Nota: Algunos de los fármacos hormonales que más se consumen son vasopresina, esteroides anabolizantes, estrógenos y oxitocina.
6. Embarazo
Las mujeres embarazadas, tienen un alto nivel de riesgo de sufrir una embolia o tromboembolia pulmonar, esto se debe principalmente a los cambios de la circulación sanguínea y la coagulación de la sangre durante el embarazo, así como otros factores como la edad o padecer de lupus eritematoso sistémico.
7. Sobrepeso
El sobrepeso o la obesidad, puede afectar directamente a la circulación sanguínea y al funcionamiento de los órganos, lo que causa un gran factor de riesgo de padecer embolia pulmonar o trombosis profunda de la vena, ambos trastornos están muy relacionados a la obstrucción de los vasos sanguíneos y una subsiguiente embolia.
8. Inmovilidad prolongada
La inmovilidad prolongada es una consecuencia de trastornos como la parálisis, alteraciones físicas, la cuadraplejia o el síndrome de inmovilización.
Cuando el cuerpo no hace movimientos por largas horas o días, la sangre no circula correctamente por los brazos, piernas y todo el organismo, ocasionando hematomas y frenando la respiración o las palpitaciones, llegando a causar por consiguiente una embolia pulmonar.
¿Cómo se detecta una una embolia pulmonar?
Hay ciertos síntomas de la embolia pulmonar que, con justa razón, causan gran alarma en una persona. Es necesario detectar los síntomas claves de la embolia pulmonar para diferenciarlos de los demás, por ello te presentamos los más relevantes:
1. Dolor torácico y falta de aire
Durante una embolia pulmonar, se puede sentir la falta de aire, conocida también como disnea pero de forma prolongada y con la sensación que la respiración no llega al diafragma.
Importante: Además se presenta dolor torácico por la parte frontal del cuerpo, alrededor del cuello y el pecho. No suele ser soportable y los movimientos bruscos empeoran el síntoma.
2. Respiración rápida
La embolia pulmonar puede causar respiración agitada o muy acelerada, lo cual resulta incómodo y no permite al cuerpo recibir aire u oxígeno de forma correcta, como consecuencia puede ocurrir un desmayo imprevisto o una parálisis grave.
3. Ritmo cardíaco elevado
Por el cierre de los vasos sanguíneos pulmonares, el ritmo cardíaco se eleva por el miedo y la angustia, lo cual resulta peligroso, ya que el corazón continúa bombeando sangre de una forma rápida.
Aunado a lo anterior, si la sangre no circula correctamente puede llegar a llenar las venas y explotar, causando hemorragias y pequeños émbolos pulmonares. Esto también se conoce como taquicardia sinusal.
4. Tos con sangre
Toser sangre es un síntoma común y de mayor preocupación, la tos puede ser fuerte y prolongada, acompañada de sangre muy coagulada y de dolor intenso en la garganta.
Nota: Si se presenta esta situación, hay que estar alerta por lo poco común que llega a ser.
5. Piel azulada
La piel azulada es un síntoma único de la embolia pulmonar. Esto ocurre por la falta de coagulación de la sangre, lo que trae como consecuencia, especialmente en el pecho, la formación de hematomas muy grandes y bastante visibles, es peligroso ya que es un estado de embolia avanzado. Viene acompañada de piel húmeda y debilidad extrema.
6. Desvanecimiento
La embolia pulmonar puede causar ataques de ansiedad y desmayos, principalmente por la falta de respiración y el aumento del ritmo cardíaco. Esto causa pánico y miedo extremo, no es para menos, ya que este tipo de embolia puede causar un infarto y hasta la muerte.
¿Cuál es el tratamiento para una embolia pulmonar?
Afortunadamente, se tiene información de tratamientos efectivos para las embolias pulmonares. Principalmente se pueden reforzar estos tratamientos optando primero por la gammagrafía pulmonar o una tomografía computarizada y hacer verificación de los pulmones.
Cabe destacar que todos los tratamientos deben ser aplicados por profesionales de la medicina. Conociendo esto, te compartimos las medidas más importantes para tu conocimiento:
1. Fármacos anticoagulantes y trombolíticos
Este tipo de fármacos los suministra el médico profesional, y ayudan a frenar la formación de coágulos y la disolución de los mismos. Estas medicinas y sustancias ayudan a la disolución rápida de la fibrina y evita que los glóbulos rojos o plaquetas se aglomeren, lo que puede frenar la formación de un émbolo pulmonar muy peligroso.
Para destacar: Los fármacos anticoagulantes conocidos son heparina o coumadin (los más reconocidos) y los trombolíticos llegan a ser alteplasa y uroquinasa.
2. Filtro de vena cava
Esta es una medida mecánica de la medicina en forma de profilaxis, funciona como un filtro que se instala en la vena cava inferior, con el fin de retener una embolia pulmonar directamente. Es la única prueba más eficiente, para hacer frente a la embolia pulmonar.
Importante: Un estudio médico defiende este método mencionando que “Los pacientes con historia de trombosis venosa profunda tienen más de un 30% de probabilidades de presentar un nuevo episodio en los 3 años siguientes. Por ello el implante de filtros de vena cava tiende en todo el mundo a ser un procedimiento en expansión, con carácter de urgencia y de uso indispensable médico”. (4)
3. Catéter
El catéter es un dispositivo muy importante que se utiliza con el fin de extraer sangre, incluso funciona para administrar tratamientos intravenosos o transfusiones. Esto puede ser muy útil para el caso de la presencia de embolia pulmonar, además de ser directo y preciso.
Conclusiones Claves
- La embolia pulmonar o tromboembolismo pulmonar, es una obstrucción de los vasos sanguíneos pulmonares y ocasionando coágulos internos.
- Puede frenar la respiración, el flujo sanguíneo o el paso del oxígeno a los demás órganos internos del cuerpo de los pacientes que la padecen.
- Sus principales causas pueden variar desde enfermedades cardiovasculares, traumatismos torácicos y hasta los estados de embarazo.
- Pueden conllevar síntomas como tos fuerte con sangre, dolor torácico y la presencia de piel azul y hematomas graves.
- Existen diversos tratamientos efectivos e intravenosos para combatir directamente la embolia pulmonar en una persona.
