Nadie es perfecto. Por ende, ninguna relación lo es, en cualquier punto nos toparemos con discusiones, desacuerdos y momentos amargos. Son eventos normales que pueden ser superados.
Sin embargo, en teoría, estos problemas son temporales. La repetición de estos, una y otra vez, generan más y más problemas, insatisfacción con la relación e incluso sentimientos negativos hacia la otra persona.
Si deseas evitar que tu relación prosiga en esa dirección negativa, te mostraremos algunos consejos que puedes aplicar y mejorar tu relación e interacciones con tu otra mitad, utilizando las mejores terapias.
¿Cómo salvar una relación de pareja en conflicto?
Los problemas en una relación no se solucionan espontáneamente. Dependiendo de la severidad de estos, y cuanto tiempo se ha permitido que los problemas se manifiesten una y otra vez, requerirá mayor esfuerzo de ambas partes.
Sin embargo, esto no significa que sea imposible. Comunicación, empatía, respeto y humildad son pilares imprescindibles si deseas conectarte de nuevo con tu pareja, reconocer tus errores y aceptar los de la otra persona.
1. Determinen el problema principal
No todos los conejos que escuchamos aplican para nuestra relación porque cada relación es única y, por ende, requiere de soluciones específicas para ello. Sin embargo, es necesario reconocer que no está funcionando en tu relación.
Primero, toma el tiempo para identificar el problema, darle una forma y nombre específicos a las cosas que no te gustan sobre tu relación. Es importante también que esto sea un proceso colaborativo.
Es decir, escuchar la perspectiva de la otra persona. Por ejemplo, una mujer podría decir “mi esposo no me presta la suficiente atención”, mientras que, por otro lado, el esposo podría decir “que su esposa no le da el suficiente espacio”.
Además, es importante determinar cuáles son los patrones de comportamiento que alimentan aún más los problemas. Saber qué tanto del problema es alimentado por las acciones de tu pareja y de tus propias acciones.
Por último, recomendamos ser más consciente del ambiente y de cómo tu relación se desenvuelve. Reconocer los factores presentes en tu relación cuando ambas partes no se encuentren en discusión, te permitirá discernir su ausencia durante las discusiones.
2. Desahoguen sus sentimientos y emociones
Desafortunadamente, ciertas personas no comparten sus sentimientos, deseos y ambiciones con la otra persona. Por ende, la otra persona actúa sin saber que podría estar lesionando las emociones de su pareja.
En el otro extremo, hay quienes no escuchan a su pareja cuando comparten sus emociones. Se encuentran demasiados absortos en su rutina o no prestan atención. La otra persona siente que sus emociones están siendo menospreciadas.
Esto, a la larga, lleva a que ambas partes se sientan emocionalmente distantes del otro, separando ambas partes más y más. La terapia de parejas fomenta la comunicación y la expresión honesta de sus sentimientos.
3. Mantengan una comunicación asertiva
La psicóloga Susan Krauss Whitborne explica que toda relación requiere de intimidad y, para alcanzarla, se deben cumplir las “tres C”. Estas son: cercanía, compromiso y comunicación.
Una comunicación empática e íntima requiere de abrirse honestamente con la otra persona. Expresar tus deseos y sentimientos, además de poder escuchar a la otra persona cuando esta lo haga.
En una verdadera comunicación se debe evitar ridiculizar o criticar destructivamente a la persona. También, en vez de evadir el conflicto y/o problemas, deben acercarse a él, pero no de una manera maliciosa.
Determinar el papel de cada uno durante discusiones pasadas, expresar qué no te gusta y escuchar lo que a la otra persona no le gusta. De esta manera, se puede establecer una visión más clara sobre lo que afecta tu relación.
4. Acepten las fallas
Cada persona es una amalgamación de ideales, perspectivas, creencias, actitudes, comportamientos, ambiciones y sueños. Somos naturalmente contradictorios e irracionales bajo ciertas circunstancias.
Por lo tanto, tú y tu pareja son seres excesivamente complejos. Estamos naturalmente atraídos a aquellos que compartan ciertos de tus intereses o ideales, pero es imposible encontrarse de acuerdo en cada aspecto.
Reconocer las limitaciones de cada persona es un importante paso para sanar una relación. La manera como tú pareja actuó frente a un comentario pudo haber sido muy impulsiva pero, por ello, la comunicación es importante: debes dejárselo saber.
Al tener una comunicación efectiva, una pareja es capaz de identificar las fallas del otro y de la propia persona, construyendo soluciones prácticas y saludables para evitar que estos errores destruyan la relación.
5. Eviten las reacciones impulsivas y violentas
Tener un mal día en el trabajo, universidad o escuela es inevitable. Tenemos nuestros días buenos y malos. En estos últimos, emociones de frustración e ira tienden a acumularse, especialmente si no sabemos controlar este primero.
Sin embargo, es indispensable aprender a mantener en línea nuestras emociones. Una persona que responde impacientemente a otra, bajo una situación de estrés, es comprensible. Pero no es justificable.
Antes de sanar y mejorar una relación, mejora tu comportamiento. La inteligencia emocional es una importante herramienta para reconocer que nuestras emociones son parte de nosotros y moldean nuestras acciones, pero pueden ser controladas.
6. Perdonen con sinceridad
Erik Erikson, psicólogo que desarrolló la teoría del desarrollo psicosocial, describió una serie de etapas que el individuo debe atravesar a lo largo de su vida. En cada etapa, existen conflictos que generan cambios positivos o negativos en la persona.
Una de las primeras etapas es la confianza vs desconfianza. El individuo aprende a confiar, o no, en otros. Años después, el individuo busca la intimidad. El deseo de profundizar relaciones emocionales con otra persona, de manera honesta y abierta.
Sin embargo, si una persona ha atravesado un momento de traición, puede perder la capacidad de sentir confianza en la otra persona. Puede ocurrir tras una decepción, discusiones, engaños o incluso desde su infancia.
Una persona que siente una desconfianza generalizada no será capaz de abrirse abiertamente al otro (generando otra clase de conflictos en las relaciones), ni podrá ser capaz de perdonar a la otra persona.
Perdonar con sinceridad a quienes te hayan hecho mal, ya sea en el pasado o en el presente, generará un autoconcepto más positivo y te dará a ti un sentido de autonomía sobre tu propia vida, generando más confianza en ti y tus decisiones.
7. Respeten el espacio personal de cada uno
Ciertas personas les gusta encontrarse cerca de su pareja todo el día, a cada hora, mientras que otros desean su propio espacio personal. Ya sea para reflexionar, perseguir sus hobbies individuales o simplemente porque lo desean.
Esta disyuntiva es, en algunas relaciones, entre los principales motivos que generan crisis, si no es resuelta. Se deben establecer horarios para cada persona, tiempo para estar juntos, tiempo para que cada uno pueda hacer, individualmente, lo que desee.
8. Determinen lo que desean recuperar en la relación
Las relaciones, particularmente las duraderas, no son estáticas. Estas cambian a lo largo del tiempo, para bien o para mal. Esto puede generar pérdida de la comunicación, confianza o tiempo juntos.
Estos cambios pueden ser pasivos al principio, sin que ninguna persona se de cuenta hasta que el problema ha alcanzado magnitudes mayores. Por otro lado, puede ser que la otra persona no posea la suficiente confianza para hablarlo.
En cualquier caso, se debe cambiar la narrativa de la relación. Al establecer una comunicación honesta, es importante mencionar de vuelta aquellos factores positivos que le daban vida y vigor a la relación, determinar qué ha causado su pérdida y buscar solucionarlo.
9. Tomen el tiempo que sea necesario
Los conflictos personales o interpersonales no pueden ser solventados en periodos breves de tiempo, especialmente si la raíz del problema ha arraigado profundamente. Requieren de constancia, paciencia y tiempo.
Tomarse el tiempo de otra persona no significa haber terminado. Significa que ambas partes han optado que lo mejor, por los momentos, sería distanciarse físicamente del otro.
Esto puede ayudar a que ambos miembros de la relación reconozcan la importancia del otro y lo que solían aportar a su rutina diaria, ahora que no se encuentran. También es un periodo de exploración, donde la persona puede reflexionar sobre lo que quiere, tanto en la vida, como en la relación.
10. Eviten crearse expectativas inalcanzables
Las relaciones no son perfectas. Pretender o desear que tu relación lo sea hará que, inevitablemente, falle. Esto solo genera presión en la otra persona, quien puede no sentirse lo suficiente al incumplir con susodichas expectativas.
Retornando a puntos anteriores, es importante reconocer y trabajar en tus propias fallas y en la de la otra persona, pero de manera sana y realista. No puedes esperar que tu pareja cambie espontáneamente, requiere de tiempo y compromiso.
11. No descuiden su salud física y mental
Se han establecido relaciones significativas entre los hábitos de salud y el estado de ánimo en las personas. Dietas inadecuadas, deficientes en nutrientes, consumo crónico de sustancias (tabaco, alcoholismo, etc.), falta de ejercicio y mucho más.
Todo lo anterior contribuye a un inadecuado estado corporal, cuyas consecuencias reverberan en cada aspecto de nuestras vidas. Entre estas, están las relaciones interpersonales.
Alimentarte saludablemente, ejercitarte con mayor frecuencia, abandonar hábitos nocivos, emprender terapias cognitivas como la meditación y el yoga, son algunos ejemplos de cambios que puedes implementar en tu vida.
12. Mantengan el enfoque en lo positivo de cada uno
Ciertas parejas, a la hora de intentar solventar sus conflictos internos, tienden a enfocarse excesivamente en lo “malo” de la relación. Aunque es importante no perder el enfoque del porqué necesitan estos problemas, no todo es negatividad.
Es importante que las parejas, sus consejeros también, creen narrativas positivas. Donde se recuerde a la pareja los factores positivos que los unieron en primer lugar, las cualidades y virtudes que hacían de la relación un lazo feliz entre ambas personas.
13. Salgan de la monotonía
Al iniciar una relación, nos abruman emociones nuevas y deseamos conocer cada rincón del cuerpo y mente de la otra persona. Con el tiempo, sin embargo, estas novedades se vuelven cotidianidad.
Gracias a esto, las personas tienden a dar por sentado su relación, pierden ese deseo de conocer más y más a la otra persona, lo que lleva al distanciamiento emocional. Para evitar ello, la pareja debe mantener un interés activo por la relación.
Programar viajes, salidas, excursiones, una cena romántica o cualquier evento que la pareja pueda compartir, que sea capaz de quebrantar la gélida monotonía que perjudica a muchas relaciones.
14. Valoren los buenos momentos compartidos
Una relación está constituida por momentos felices y momentos amargos. Aferrarse a estos últimos genera rencor, insatisfacción e incluso frustración hacia la otra persona y la relación.
Aprender a perdonar estos incidentes, reconocer tus propios errores, aprender a mirar no solo lo negativo, sino también lo positivo que ha ocurrido y lo que ocurre en tu relación fomentará una visión más feliz sobre esta.
15. Mantengan el contacto físico
El contacto físico es indispensable para una relación. Para algunas, el principal problema puede derivar de la falta de intimidad en una relación. La intimidad no necesariamente implica tener relaciones sexuales.
La intimidad significa cercanía y honestidad. Cuando entramos en contacto con alguien que nos hace feliz, nuestro cuerpo libera serotonina, activa el sistema endocannabinoide y, en general, levanta nuestro estado de ánimo.
Recomendamos que, a la hora de dormir, dejen fuera de la televisión o apaguen cualquier distractor: teléfonos, tablets, televisor e incluso libros. El enfoque de atención debe ser tu pareja.
De manera tal, aprendemos a valorar y recordar la importancia que es tener una cercanía física saludable con tu pareja. Las insatisfacciones en el ámbito físico y/o sexual pueden culminar, para algunos, en las infidelidades.
16. Acudan a terapia de ser necesario
Una pareja debe reconocer que no todo conflicto puede ser resuelto en el hogar. Trastornos psicológicos, problemas que se han extendido por mucho tiempo y los traumas emocionales son algunos ejemplos de estos.
El psicólogo, consejero matrimonial o de pareja, son profesionales que estudian una relación, desde el punto de vista terapéutico, emocional y social. Observan los puntos de vista de cada uno y toma en cuenta la influencia del ambiente que los rodea.
A partir del diagnóstico formulado, establecen terapias emocionales que fomenten la expresión saludable de emociones, crear narrativas felices para la relación, modificar el comportamiento disfuncional y disminuir el distanciamiento emocional.
Síguenos en todas nuestras redes:
https://twitter.com/TuInfoSalud
https://www.instagram.com/tuinfosalud/
https://www.facebook.com/tuinfosalud
https://www.pinterest.es/tu_infosalud/
https://medium.com/@tuinfosalud
