En las relaciones de pareja es común que los celos aparezcan en algún punto, pero hay situaciones donde dichos celos sobrepasan los límites de lo que se puede considerar normal, llegando a convertirse en celos enfermizos.
A continuación, se describirán las características más comunes de los celos enfermizos, para saber diferenciarlos de los celos normales, de manera tal, que se puedan establecer objetivos para identificarlos y finalmente superarlos.
¿Qué son los celos enfermizos?
Los celos son sentimientos que se presentan en la mayoría de relaciones. No obstante, varían de intensidad y frecuencia. Podemos experimentar cierto grados de celos al ver a tu pareja siendo cortejada por alguien más, pero eso es normal.
Por otro lado, hay quienes experimentan celos sin pruebas sustentables. Pueden acusar y discriminar a su pareja por supuestos actos de infidelidades, a pesar de la falta de pruebas o pruebas que carecen totalmente de sustento.
Estos graves estados psicopatológicos son conocidos como celos enfermizos, mórbidos o síndrome de Otelo. En la práctica clínica, se define como una serie de pensamientos y acciones irracionales causados por la creencia irrefutable que su pareja está engañandolos.
Es importante acotar que, incluso si su pareja está siendo infiel, la persona puede experimentar celos enfermizos si la evidencia citada para sustentar las acusaciones de infidelidad son erróneas o irracionales y que la reacción hacia estas sea excesiva.
¿Cómo identificar los celos enfermizos en una persona?
Debido a la naturaleza de este trastorno psiquiátrico, el cuadro clínico de estas personas no es homogéneo. Es decir, se puede manifestar de diversas maneras.
Algunos son obsesivos, otros padecen de delirios, o una combinación de ambas.
Sin embargo, existen ciertos rasgos presentes en el celoso enfermizo, que facilita la identificación de estas personas. A continuación, te mostraremos algunos de estos.
Quieren a la pareja solo para sí
Los celos psicopatológicos pueden manifestarse como obsesiones, donde la persona siente el deseo compulsivo de “poseer” a su pareja en cada aspecto posible. Este es un tipo de celos patológicos.
Por ende, se limita la libertad de opciones que la otra posee, ya que cualquier acción o decisión independiente es vista de manera negativa por la persona celosa. Ciertos factores sociales o maritales pueden influenciar en el desarrollo de estos celos.
En este sentido, en las culturas conservativas donde la pareja es tratada como una posesión, cualquier acto de autonomía puede ser interpretado como un acto de infidelidad que “merece ser castigada”.
Necesitan saber todo lo que su pareja hace
Los comportamientos obsesivos en las personas que sufren de celos mórbidos, son generalmente causados por pensamientos intrusivos que, a pesar que van en contra de los deseos conscientes de la pareja, no pueden ser controlados.
Cualquier momento donde no se encuentran registrando activamente los pasos de sus parejas alimentan estos pensamientos, llevando a frustración, ira e incluso delirios, dependiendo de la gravedad de la psicopatía.
Por lo general siempre piensan lo peor
En estos casos, los celos pueden incluso distorsionar la realidad de la persona, haciéndolos pensar que su pareja dijo o hizo cosas que, en realidad, no hizo.
Cualquier acción, real o imaginaria, puede ser utilizada como evidencia para corroborar sus acusaciones. Su pareja es culpable hasta que se encuentre evidencia de lo contrario, sin embargo, las preocupaciones irracionales no pueden ser refutadas con evidencia y razonamiento lógico.
Revisan los teléfonos y redes sociales
Forma parte de las acciones que una pareja cuyos celos obsesivos puede cometer. Su paranoia los obliga a hacer todo lo posible para corroborar, o no, sus sospechas irracionales.
Sin embargo, incluso si no encuentran evidencia de infidelidad, los pensamientos intrusivos perpetúan las sospechas. Mensajes que cualquier otra persona podría categorizar como inocente, pueden ser visto como evidencia que alimenta aún más su paranoia.
Revisan la ropa de la pareja
Estas personas pueden llegar incluso a realizar revisiones exhaustivas de la ropa de su pareja, en busca de cualquier pieza de evidencia.
Buscan cabellos, aromas no identificables, marcas de labiales, rasgaduras y mucho más. Todo puede constituir como evidencia para la persona que su pareja está participando en infidelidades.
Desconfían de amigos, compañeros de trabajo y familiares
La desconfianza no sólo se ve dirigida hacia sus parejas, sino que es generalizada. Las agresiones, físicas o verbales, interpersonales pueden expandir a cualquier “rival” que represente un “peligro” para su relación.
Un estudio publicado en 1966 encontró que 7 de cada 110 casos de homicidio o asalto grave fueron dirigidos contra terceros, los cuales eran objetivo de las acusaciones irracionales por parte de personas con celos mórbidos.
Son dependientes emocionalmente
Los desórdenes afectivos son frecuentes en pacientes con estas psicopatologías, no sólo demuestran una dependencia emocional ligada a su pareja, sino que más del 50% puede presentar depresión.
La teoría de la dependencia fue propuesta por Dutton en 1994, donde explicaba que existía un desorden borderline de personalidad (Trastorno límite de la personalidad), donde el individuo que sufre de estos celos posee un autoconcepto negativo de sí mismo.
Además, acompañado de otros síntomas psiquiátricos, tales como: difusión de identidad, sensaciones de insuficiencia, inestabilidad afectiva caracterizada por celos e ira dentro de una relación, ansiedad y mucho más.
No les gusta que su pareja realice actividades placenteras
Los celos anormales hacen que la persona comience a restringir el día a día de su pareja, especialmente cualquier actividad que pueda realizar por sí sola.
Ir a una fiesta, salir con sus amistades a alguna cafetería, tomarse tiempo a solas para reflexionar o cualquier otra actividad, todas fomentan la paranoia e inseguridad de la persona celosa, quién sospecha o afirma que está siendo engañada.
Discriminan los intereses y gustos de su pareja
En toda relación fundamentada en respeto, empatía y entendimiento al otro, existe una descriminación contra los gustos de su pareja.
Sin embargo, en estos casos donde predomina la inestabilidad emocional, no se observa ello. La distorsionada realidad de la persona le impide ver, genuinamente, a su pareja de manera positiva.
Por extensión, todo aquello asociado a su pareja (relaciones, intereses, ambiciones…) también se ve despreciado por estos pensamientos intrusivos.
Quieren controlar todo de su pareja
Como resultado de estos delirios, la psicopatología de la persona lo obliga a controlar todo aspecto posible de su pareja.
La intención detrás de esto es minimizar las probabilidades de que la pareja los engañe. Si la persona incumple estas restricciones o se resiste a estas manipulaciones, su pareja puede estallar en ira y frustración, incluso llevando a la violencia física.
Son prepotentes y groseros con su pareja
Ya que existe una desconfianza generalizada contra su pareja (y todos aquellos con que interactúa), pueden mostrarse pasivo-agresivos y reaccionar desproporcionadamente a cualquier evento que desencadene sus delirios de celos.
Pueden responder con total agresividad a comentarios totalmente inocuos o sentir que cualquier acción, por más diminuta que sea, sea un indicativo de infidelidad. Por ende, la persona se ve justificada en actuar groseramente hacia sus parejas infieles.
Suelen victimizarse por sus actitudes
La victimización suele ser un fenómeno común en parejas totalmente autoritarias. Consideran que su abuso y desconfianza se encuentra justificada por las acciones de la otra persona.
Es aún más común en las relaciones donde existe un completo desbalance de poder, donde una persona ve a la otra como una posesión, sometido(a) a los caprichos de su pareja.
Por ende, cuando su pareja realiza cualquier actividad independiente, es más que suficiente para justificar sus propias acciones.
Dependiendo del estado de gravedad, la persona puede distorsionar y reinterpretar memorias, justificando su ira contra su pareja por acciones actuales.
Humillan y desvalorizan a su pareja
Las humillaciones vienen de la mano con todos los puntos anteriores, ya sea mediante comentarios humillantes o manipulaciones emocionales, buscan rebajar el estatus de la otra persona en la relación.
De tal manera que la persona gane el control de nuevo. Incluso pueden recurrir a manipulaciones sutiles y casi imperceptibles que les permiten controlar la situación.
Consecuencias de los celos enfermizos
Las personas que padecen de celos enfermizos están convencidos que su pareja les es infiel, lo cual es, en la mayoría de los casos, producto de su imaginación.
Esto causa que dichas personas sufran de manera constante episodios de depresión y pérdida de autoestima, además daños a la relación de pareja que pueden llevar a una ruptura o divorcio. La persona también puede mostrarse violenta.
A continuación describiremos las consecuencias más comunes ocasionadas por los celos enfermizos:
Desgaste de la relación
Como se relató anteriormente, los celos enfermizos distorsionan la realidad, la persona siente que su pareja le es infiel, por lo que recurren a métodos como espiar a su pareja o revisar su teléfono.
Esto causa que aumente la necesidad de saber dónde está la pareja y con quien, presionando que regularmente le confirme su amor, fidelidad e incluso su ubicación, puesto que no hay confianza, siendo esta uno de los pilares de las relaciones.
Al no haber confianza, la otra persona siente que en lugar de disfrutar una vida tranquila en pareja, vive en un constante estrés, debido a tener que demostrar en múltiples ocasiones que sus acciones no están ligadas a una infidelidad.
Maltrato físico y psicológico
La víctima del maltrato físico o psicológico, puede ser tanto la persona enferma de celos o la que está siendo acusada de la infidelidad. Por ejemplo, en un arranque de celos se puede difamar o insultar a su pareja, haciéndola sentir menos.
Por otro lado, la persona puede intentar defenderse frente a los falsos hechos por los que se le acusan con palabras iguales de hirientes, formando un espiral de abusos y daños psicológicos, perpetuando y exacerbando el trastorno en la persona.
Dichas discusiones pueden desencadenar peleas que terminan en altercados físicos, puesto que los celos enfermizos actúan como un detonante para cometer hechos violentos. Estas agresiones muchas veces son llevadas ante la ley e incluso penadas con cárcel.
Pérdida del autoestima
La baja autoestima está ligada a los celos, ya que, piensan que no son lo suficientemente atractivos o interesantes, por lo que temen que su pareja pueda sentirse atraída por alguien más.
Muchas veces, la baja autoestima se ve reflejada en los celos enfermizos, al no confiar en sus propias cualidades se crea la ilusión de que su pareja está constantemente buscando otros atributos, que la persona cree que no es capaz cumplir.
Pueden percibir a amistades, compañeros de trabajo o hasta simples extraños como posibles amenazas para su relación, buscan controlar todo y estar siempre con su pareja para que no pueda interactuar con alguien más, pues temen ser reemplazadas.
Pérdida de la libertad e independencia
Los celosos enfermizos suelen querer controlar la vida de sus parejas, saber todo acerca de las personas que lo rodean, invadiendo su privacidad y llegando a un punto, donde cada vez salen menos sin su pareja.
Debido a las dudas constantes sobre la fidelidad de su pareja, mediantes chantajes emocionales pretende elegir los atuendos que esta usa, los sitios que visita y si es posible las personas con quien frecuenta.
Suelen hacer actos pasivo-agresivos donde llegan de sorpresa a sitios solo para corroborar que su pareja le dijo la verdad, esto conlleva, a que, la persona se sienta que ha perdido su libertad e independencia, pues su vida es controlada por su pareja.
Depresión
El riesgo a la depresión no solo aparece en la pareja siendo abusada, sino también en el perpetrador. Dependiendo de la gravedad del trastorno psiquiátrico, el riesgo a la depresión a la persona se hace mucho mayor.
Como habíamos mencionado, los desórdenes afectivos son comorbilidades comunes en pacientes con celos patológicos. La sensación de ansiedad y depresión son entre las manifestaciones psiquiátricas más frecuentes.
En este sentido, un estudio publicado en 1985 encontró que más de la mitad de los pacientes con celos patológicos padecían de depresión. Es difícil discernir, en la mayoría de los casos, si la depresión es primaria o secundaria.
Además, en otros dos estudios, han encontrado que el abuso de sustancias nocivas, como las drogas o al alcohol, se encuentran presentes hasta en el 34% de los pacientes. Estos hábitos poco saludables predisponen a un mayor riesgo de depresión.
Ruptura de la relación
Los celos enfermizos son una importante causa de divorcios, donde el cónyuge quiere controlar todo, llegando incluso al acoso, ya que recurren a la intimidación de su pareja de manera psicológica, o en ocasiones física.
La pareja es señalada de infiel ante múltiples situaciones y ocasiones, a pesar de demostrar lo contrario, llevando a que se canse y termine con la relación, pues le impide crecer tanto de manera profesional como personal.
Terminar con la relación, suele ser la única salida que algunas parejas encuentran, debido a que no pueden lidiar con los celos enfermizos, la relación se fractura de manera irremediable.
¿Cómo superar los celos enfermizos?
Los celos enfermizos desencadenan una serie de eventos que traen consigo daños a la salud mental y física de ambas partes de la relación, por ello la importancia de aprender a superar los celos enfermizos ayudando así salvar su relación o matrimonio.
Aceptar el problema
No todos aquellos que padecen de estos trastornos consideran que sus acusaciones hacia su pareja sean absolutamente ciertas. Aquellos que sí, padecen de pensamientos egosintónicos, mientras que aquellos que no, son llamados egodistónicos.
¿Qué quiere decir? Pacientes conscientes que sus pensamientos intrusivos son irracionales y, a pesar que no desean actuar así, se ven atrapados en un estado de obsesión.
Aceptar que posees un problema, darle un nombre y forma, es el primer paso para la tratamiento de muchos trastornos psiquiátricos, no limitándose a solo este.
Identificar y modificar los pensamientos negativos
Una vez que se ha identificado el problema, el siguiente paso es la identificación de los pensamientos que asedian la mente de la persona celosa. En ciertos casos, estos son pensamientos intrusivos, es decir, no vienen por voluntad propia.
Si identificas que estos pensamientos intrusivos ocurren con mayor frecuencia cuando te encuentras solo o al observar a tu pareja hablar con otra persona, busca decirte a ti mismo que estos pensamientos son solo ello y no representan la realidad.
Evitar querer controlar todo
Recuerda que tu pareja es una persona con derechos a la autonomía, buscar limitar ello sería quebrantar los fundamentos básicos en los cuales se sustenta el respeto en una relación.
Este control solo causará tristeza, frustración e incluso ira en tu pareja, destruyendo, poco a poco, los lazos afectivos que los mantienen unidos. La confianza en tu pareja y en las decisiones que toma es de suma importancia.
Mantener la mente ocupada
Como ya hemos mencionado, es imposible detener un pensamiento intrusivo. Durante los primeros meses de terapia, los pensamientos se repetirán con suma frecuencia. Ahora, depende de ti no actuar en base a ellos.
He aquí donde entra la importancia de identificar, acertadamente, la aparición de estos pensamientos negativos. Si aparecen en momentos de ocio o estrés, ocupa tu mente con otras actividades, para desviar el foco de atención de tu consciencia.
Realizar actividades independientes
Puedes adoptar nuevos hobbies o intereses para ocupar tu mente, practicar ejercicios de meditación, tales como el yoga o los de respiración, para buscar centrar tu mente en un solo objetivo y no permitir que sea acechada por estos pensamientos.
También, puedes optar por socializar más con otras personas, como tus amigos, por ejemplo. El interactuar con ellos mantendrá tu mente ocupada y la mantendrá desligada de aquella obsesión sobre tu pareja y lo que hace a cada momento.
El ejercicio siempre es una excelente opción. No solo propicia excelentes beneficios para tu salud (piel, cardiovascular, reduce el estrés oxidativo, antiinflamatorio…), sino también reduce el riesgo a depresión y/o ansiedad.
Confiar en la pareja
Existen múltiples pilares que sostienen a una duración. Cada uno cumple un rol indispensable, pero uno de los más importantes es la confianza. Sin ella, la relación se desmorona.
La confianza consiste en creer en tu pareja y sus palabras, incluso si no tienes pruebas que lo sustenten. Es una de las formas más puras del amor, el ser capaz de aceptar las palabras de tu pareja y saber, muy en el fondo de tu ser, que son verdaderas.
Si tu pareja verdaderamente te ama y no te ha proporcionado razones (legítimas) para sospechar de una infidelidad, entonces, no hay nada del cual dudar. Además, confiar en tu pareja hará que sea más propensa a abrirse contigo.
Valorarse y dejar de lado inseguridades
Se ha encontrado que, en muchas ocasiones, los celos son resultado de una inseguridad personal que se ve proyectada en las acciones y pensamientos del individuo, generando la desconfianza.
Recordemos que los celos extremistas generalmente se ven acompañados de otros trastornos, como sentimientos de insuficiencia o un autoconcepto negativo de sí mismos.
En este sentido, esta perspectiva negativa puede hacer que pienses que tu pareja busca satisfacer sus expectativas y deseos en otra persona, pero recuerda que estos sentimientos no son ciertos. Son productos de la trampa mental que es la inseguridad.
Construir un autoconcepto más positivo de ti mismo (lo que a su vez se verá acompañado de un aumento de nuestra autoestima) te facilitará creer en ti mismo y, a su vez, creer en tu pareja.
Acudir a terapia si es necesario
Si consideras que tus pensamientos se han vuelto más frecuentes, ocupa más tiempo de tu vida e incluso está llegando a impactar negativamente en tus relaciones interpersonales en general, considera buscar ayuda profesional.
La psicoterapia dinámica individual, la terapia en parejas y la terapia cognitiva son algunas estrategias que tu terapeuta puede implementar para ayudar a controlar estos pensamientos y que tomen control de tu vida.
Síguenos en todas nuestras redes:
https://twitter.com/TuInfoSalud
https://www.instagram.com/tuinfosalud/
https://www.facebook.com/tuinfosalud
https://www.pinterest.es/tu_infosalud/
https://medium.com/@tuinfosalud
