Los bebés y los niños, son particularmente susceptibles a un gran número de infecciones, por razones variables. Las infecciones del sistema respiratorio son afecciones relativamente comunes en bebés y niños pequeños.
La bronquitis en bebés no es un asunto de vida o muerte para la mayoría, pero, para todo padre o cuidador, es importante reconocer aquellos síntomas que puedan indicar que hay algo más grave ocurriendo.
Por ende, en este artículo, te brindamos lo que debes saber sobre la bronquitis en bebés, los síntomas básicos, cómo actuar frente a estas situaciones y cómo prevenirlas.
¿Qué es la bronquitis?
La bronquitis se puede definir como un síndrome clínico, en el que se produce una inflamación en el revestimiento de la tráquea y los bronquios. Esta puede ser aguda o crónica, dependiendo de su duración y características.
La bronquitis aguda, es una inflamación de la membrana mucosa del bronquio, suele ser autolimitada y su duración no se extiende por más de 2 semanas con el tratamiento y cuidados adecuados.
En cuanto a la bronquitis crónica, también ocurre una inflamación, pero al tener una duración prolongada y de manera recurrente, se causa un deterioro secundario a la vía respiratoria con síntomas más graves.
Causas de la bronquitis en bebés
Las bronquitis en bebés tienen múltiples causas, en las que pueden intervenir procesos infecciosos o no infecciosos, estos inician cambios en el epitelio, como respuesta al estímulo, de manera que se produce una inflamación en la tráquea y los bronquios.
Todo este proceso induce a una hiperreactividad bronquial, con un incremento en la producción de moco, llevando al desarrollo de la bronquitis en el bebé. A continuación, se detallan los desencadenantes más frecuentes de esta enfermedad.
Infecciones virales
En los bebés y niños las causas más comunes de bronquitis aguda son las infecciones, siendo los virus los agentes infecciosos más frecuentes hasta en un 90%, estos son; el virus de la gripe, adenovirus, parainfluenza, el virus respiratorio sincitial, entre otros.
Infecciones bacterianas
Las bronquitis causadas por infecciones bacterianas son menos comunes, ya que están presentes en el 10% de los casos.
Las bacterias más propensas, a desencadenar una bronquitis aguda o crónica en niños menores de 6 años son el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae.
Fibrosis quística
La fibrosis quística es una enfermedad multisistémica y hereditaria, cuya evolución es crónica, progresiva y letal, en la que predominan la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, también conocida como EPOC.
Al ser una enfermedad que afecta las vías respiratorias, debilita los mecanismos de defensas que impiden la replicación de microorganismos infecciosos, antes que puedan instaurar una infección.
De estas condiciones, la fibrosis quística puede asociarse a una bronquitis crónica que, posteriormente, se agrava con los años hasta desencadenar la bronquiectasia o neumonías graves.
En los cultivos de las secreciones bronquiales se encuentra una persistencia del Staphylococcus aureus, uno de los microorganismos más comunes entre las infecciones recurrentes en estos pacientes.
Alergias
Las bronquitis no son exclusivamente de origen infeccioso, como se mencionó anteriormente, estas se pueden desencadenar por reacciones alérgicas a antígenos a los que el bebé está expuesto o entra en contacto.
Por consiguiente, se genera un síndrome asmático llamado bronquitis alérgica, caracterizado por broncoespasmos que generan la tos persistente.
Estrés emocional
Muchas personas, erróneamente asumen que los infantes o neonatos no pueden experimentar estrés emocional o trauma. Aunque desconozcan el significado de la palabra, los infantes pueden ser afectados por estos eventos, como cualquier adulto.
Eventos traumáticos antes de los 3 años de edad, puede truncar el desarrollo del infante, como la movilidad, lenguaje, emociones, habilidades motoras y sociales. Funciones básicas que todo infante debe desarrollar a plenitud.
Los ruidos extremos y repentinos, la separación del bebé de uno de sus cuidadores o cualquier problema que afecte a sus cuidadores, puede generar sensaciones abrumadoras de miedo o estrés.
El estrés puede elevar los niveles de cortisol circulantes, lo que resulta tóxico para el sistema inmunitario del bebé, aún en desarrollo. En este sentido, esta elevación del cortisol puede incluso afectar el bebé durante su adultez.
Síntomas de la bronquitis en bebés
Los síntomas de la bronquitis en el neonato y el infante son muy inespecíficos, aunque la tos crónica y las sibilancias son los síntomas más comunes que causa que los padres llevan a sus hijos a la consulta médica.
A continuación, te proporcionaremos los datos más relevantes sobre sus síntomas.
Tos seca y persistente
Una tos crónica, se define como toda aquella tos que perdure más de cuatro semanas. La palabra seca hace referencia a que el paciente no expulsa moco o cualquier secreción al toser. Este fenómeno también es conocido como tos no productiva.
Dificultad para respirar
También conocido como disnea. Se produce por la obstrucción de las vías aéreas bronquiales por la acumulación de moco y la inflamación de las paredes, resultado directo de la infección que está ocurriendo.
Dolor en el tórax
En el adulto, los dolores de pecho son frecuentemente causados por problemas cardíacos. En los niños, esto es más infrecuente y son más comunes las causas respiratorias o musculoesqueléticas.
Tu bebé puede experimentar dolor en el pecho, especialmente al inhalar aire o al toser. Los dolores pueden encontrarse no solo en el pecho, sino en otras porciones del cuerpo, lo que causa la sensación de debilidad que el bebé experimenta.
Silbidos en el pecho
Las sibilancias son ruidos respiratorios que ocurren, ya sea durante la inspiración o espiración, de un tono relativamente alto. Se producen por una obstaculización en las vías aéreas inferiores.
En el contexto de la bronquitis, el moco y la inflamación disminuyen el diámetro transversal de los bronquios, lo que provoca que fluya menos aire en su interior. Esta dificultad origina el fenómeno sonoro.
Obstrucción nasal
Las obstrucciones o congestiones nasales, junto a una secreción abundante moco (conocida como rinorrea), pueden ser los primeros síntomas que aparecen, incluso antes de la tos.
¿Por qué? La rinosinusitis (causante de la congestión nasal) es causada por un virus, que debilita los mecanismos de defensas de las vías aéreas superiores (como los anticuerpos tipo A encontrados en la mucosa nasal).
Esto facilita la invasión de las vías aéreas inferiores, por parte de otros agentes infecciosos (bacterias o virus), desencadenando una infección aún más persistente.
Debilidad y cansancio
La debilidad producida por la infección, es debido al aumento del metabolismo corporal.
A medida que el cuerpo del infante luche contra la infección, estas requieren más nutrientes, ya que se encuentran metabólicamente activas. Un mayor consumo del combustible implica que el infante se sienta agotado o sin energías.
Fiebre
La fiebre es un síntoma inespecífico y sistemático, es la respuesta natural del cuerpo contra cualquier amenaza detectada (infecciones, neoplasias, etcétera…). Se podría decir que es la vía de acción común del cuerpo contra muchas afecciones.
De manera resumida, las células inmunitarias, al detectar el patógeno, liberan citocinas proinflamatorias que, además, producen efectos piréticos (pro-fiebre) a nivel del hipotálamo, el centro regulador de la temperatura.
¿El propósito? Elevar la temperatura para crear un ambiente hostil para el agente infeccioso. Si tu bebe presenta tos seca o con moco, fiebre y sibilancias, es un fuerte indicador de una infección respiratoria.
Inapetencia
La inapetencia es la falta de deseo del bebé para comer. Es un efecto secundario a la infección, relacionado con el cansancio y debilidad que padece, donde también se ve inhibido su deseo de alimentarse.
Tratamiento de la bronquitis en bebés
La bronquitis es, generalmente, una enfermedad autolimitada. El principal tratamiento es suficiente descanso para el infante y, además, también pueden ser prescritos antibióticos, en caso de ser necesario. A continuación, te mostraremos los tratamientos más comunes.
Fármacos broncodilatadores
En la bronquitis crónica, los broncodilatadores deben ser considerados y usados entre las primeras medidas farmacológicas. Un broncodilatador es un medicamento que actúa sobre el músculo liso de la pared bronquial, causando su relajación.
Al relajarse, se dilata la pared y permite un mayor flujo de aire, disminuyendo la falta de aire y las sibilancias. Entre los más usados para pacientes pediátricos, tenemos agonistas beta-adrenérgicos, como el albuterol y terbutalina.
Antibióticos
Los antibióticos no deben formar parte de las primeras medidas contra la bronquitis, ya sea crónica o aguda. Estudios han sido incapaces de demostrar una mejoría significativa de la bronquitis en pacientes pediátricos, mediante la utilización de antibióticos.
No obstante, si el infante presenta una tos productiva, acompañada de otros síntomas, que persiste más allá de las cuatro semanas, los antibióticos podrían ser considerados.
Esto se debe, a que la mayoría de las infecciones del tracto respiratorio en niños son causadas por virus. Las infecciones virales recurrentes o prolongadas aumentan el riesgo de infecciones bacterianas secundarias y, por ende, los antibióticos son necesarios.
Nebulización
Los nebulizadores, son aparatos médicos usados para administrar medicamentos en forma de aerosol, que el paciente inhala. Estos medicamentos pueden ser broncodilatadores (como los mencionados) y corticosteroides.
Los corticosteroides disminuyen la intensidad celular, relajan el músculo liso y disminuyen la obstrucción. En bebés entre los 6 y 35 meses con bronquitis crónica, los corticosteroides demostraron reducir la intensidad de la infección.
Líquidos abundantes
Mantener una ingesta de fluidos es importante, especialmente en bebés febriles, quienes pueden perder fluidos y electrolitos a través del sudor. Una pérdida excesiva de estos puede llevar a la deshidratación y desequilibrios hidroelectrolíticos (causados por desbalances del potasio o sodio, por ejemplo).
Gotas nasales
Las gotas nasales, como el Rhinovil, actúan como descongestionantes que disminuyen la inflamación y la secreción de moco a nivel de la mucosa nasal, producto de una infección a este nivel.
Como hemos mencionado, las infecciones a nivel del tracto respiratorio superior (como en la cavidad nasal), pueden predisponer al bebé a infecciones de vías inferiores.
¿Cómo prevenir la bronquitis en bebés?
La bronquitis, al igual que otras infecciones del sistema respiratorio, pueden ser prevenidos o se puede disminuir, significativamente, el riesgo de que el niño desarrolle la enfermedad, si se toman las medidas adecuadas.
Te mostraremos algunas medidas que puedes adoptar e implementar en el día a día de tu bebé, para minimizar el riesgo de infección.
Evitar el contacto con personas o niños enfermos
Minimizar el contacto con adultos o niños que presentan alguna clase de resfriado, tos o gripe, o recientemente ha estado enfermo. Recuerda que, durante sus primeros años, el infante aún no ha desarrollado sus defensas a plenitud.
Además, en los primeros años de su vida, el infante desconoce el concepto de medidas de higiene. Utiliza su boca para explorar el ambiente que lo rodea, eso implica tocar a otros (ya sea otros niños o adultos), como mecanismo de exploración y aprendizaje.
Eso significa, que el bebé se encuentra significativamente expuesto a un gran número de microbios, entre ellos, los causantes de infecciones del tracto respiratorio.
Lavarse las manos antes y después de tocar al bebé
El lavado de manos es una herramienta eficaz y rápida para evitar la transmisión de microbios. Esto no solo aplica a los bebés, sino también a adultos. El bebé tiende a llevar sus manos a su rostro o boca, llevando consigo microorganismos.
Lavar las manos de tu bebé, especialmente luego de jugar con sus juguetes, mascota o con otros niños, es un hábito que se debe impartir en él, incluso desde edades tempranas.
Evitar compartir utensilios personales del bebé
En el hogar, cada persona debe poseer un conjunto propio de utensilios personales (jabón, cepillo dental o toalla), ya que esto previene la transmisión de gérmenes.
Los bebés, a pesar que no necesitan de un cepillo dental aún, también necesitan tener su propio conjunto de utensilios. Recuerda que sus defensas inmaduras lo vuelven indefenso a
Evitar exponer al bebé al humo del cigarrillo
El humo del cigarro contiene cientos de sustancias proinflamatorias y precancerígenas, letales para el ser humano, indiferentemente de su grupo etario.
En los bebés e infantes, el humo del cigarrillo es particularmente tóxico para el desarrollo pleno de los pulmones y cerebro de este. Además, es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo del síndrome de muerte súbita del lactante.
Incluso, fumar durante el embarazo, eleva el riesgo de malformaciones congénitas para el bebé, tales como deformaciones orofaciales (por ejemplo, labio leporino y fisura palatina).
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