Hay oportunidades en que queremos sobresalir ante los demás o demostrarnos que podemos con alguna situación, y de pronto, nos bloqueamos. Entramos en un estado de blanqueo mental.
Este estado nos causa incomodidad, malestar, desaliento, tanto a nosotros mismos como a las personas que esperan algo de nosotros.
Para nuestra fortuna, es temporal, y más que una mala experiencia es una oportunidad de aprendizaje.
A continuación, en el siguiente artículo te damos toda la información necesaria, para que conozcas sobre el bloqueo mental y sepas cómo enfrentarlo.
¿Qué es un bloqueo mental?
El bloqueo mental es la interrupción de uno o varios procesos cognitivos. Esta interrupción impide la respuesta adecuada ante alguna situación. La persona que sufre un bloqueo, se queda imposibilitado para actuar o realizar una actividad concreta.
También, puede ocurrir la supresión o la represión incontrolable de pensamientos o recuerdos dolorosos y no deseados, así como manifestarse en la incapacidad de continuar o terminar una idea.
Por otra parte, se llama bloqueo a la incapacidad transitoria de un individuo para reaccionar ante una situación determinada o ante un estímulo.
Genera frustración, ansiedad, culpa y vergüenza por la incapacidad para reaccionar proactivamente. La persona se siente impotente, por no haber podido reaccionar como hubiera querido o como los demás esperaban.
Causas del bloqueo mental
En este mundo cambiante y acelerado, donde todo fluye rápidamente, son muchas las causas por las cuales surgen los bloqueos mentales. Aquí te mencionamos las más comunes:
Alteraciones psicológicas
Algunas patologías, como la ansiedad, el trastorno de pánico, la depresión, las fobias y el trastorno por estrés postraumático, pueden provocar un bloqueo mental más o menos intenso, porque en estas condiciones las emociones toman el mando e impiden pensar con racionalidad.
Por ejemplo, el bloqueo mental por ansiedad es un tipo de mecanismo de defensa, que se activa de forma automática en el momento en el que nuestra mente detecta ciertos estímulos que nos perturban, y el consciente los mantiene alejados.
En otras palabras, cuando una persona sufre un bloqueo mental por este trastorno psicológico, la mente experimenta cierta resistencia ante un pensamiento o emoción que le impide actuar, pensar y tomar decisiones.
Emociones reprimidas
Las emociones, afectan a todo nuestro organismo y están tratando de mantenernos seguros en todo momento. Al reprimir las emociones (alegría o tristeza, por ejemplo), confundimos y lastimamos a nuestro cuerpo y a nuestra psique de una manera profunda.
Cuando reprimimos las emociones, afectan el proceso cognitivo y dejamos de pensar con claridad e incluso, en algunas oportunidades, no logramos responder físicamente, simplemente nos paralizamos.
De hecho, debemos tener en cuenta que la parálisis, es una respuesta válida a un miedo extremo cuando no es posible escapar de la situación.
Situaciones traumáticas
Las personas que manifiestan bloqueo mental, pueden haber pasado por situaciones traumáticas como abandono, la pérdida inesperada de un ser querido, maltrato físico o psicológico en el hogar. De esta forma, los eventos traumáticos pueden desencadenar estados de bloqueo mental.
Aunque las sensaciones que genera un bloqueo mental suelen ser muy desagradables, de hecho, en algunas ocasiones los bloqueos emocionales actúan como mecanismo de defensa ante sentimientos, pensamientos o emociones que no estamos preparados para enfrentar, pues no contamos con los recursos suficientes que nos permita manejarlo.
En otros casos, ese bloqueo puede estar indicándonos que la forma en la que estamos manejando algunos aspectos de nuestra vida no es la más adecuada, por lo que también puede convertirse en una oportunidad para reflexionar, cambiar y mejorar.
Recuerda que no se trata de ocultar las preocupaciones y separar las emociones, sino de enfrentarlas y adquirir experiencia de ella.
En este sentido, algunos estudios indican que el bloqueo mental “puede derivar en inhibición de la conducta, en comportamientos agresivos, en evitación de situaciones futuras que sean similares, en bloqueos momentáneos o en hiperactividad, según se trate de un individuo o otro”.
Inseguridad personal
La perspectiva que una persona tiene de sí misma, es fundamental a la hora de creerse capaz de realizar tareas, tanto cotidianas como aquellas que exijan un mayor rendimiento.
La persona que desde la niñez se haya sentido mediocre, poco resolutiva, inferior a los demás, será más vulnerable a sufrir de bloqueos mentales. La baja autoestima, en este caso, comienza en la familia.
La ausencia de valoración de sus logros, la comprensión ante sus errores y la motivación para conseguir sus objetivos aprendiendo que puede equivocarse, son aspectos fundamentales que si son ausentes contribuirán a manifestar bloqueos mentales. Por ejemplo, estudios indican que el miedo produce bloqueo mental.
Estrés y frustración
En estos casos, puede ocurrir, que las expectativas de una persona no se vean satisfechas y no exista una correcta gestión emocional, generando estrés o frustración. Esto no permitirá al individuo, seguir una línea de pensamiento, produciéndose el bloqueo.
La respuesta ante estímulos considerados estresantes, requiere una elevada e intensa actividad cerebral. Cuando estas situaciones se repiten reiterada e intensamente, el cerebro literalmente se agota, no pudiendo la persona pensar con claridad ni enfrentar determinadas situaciones.
Algunos estudios concluyen que el estrés “es una respuesta del organismo hacia diversas situaciones que afectan al individuo y en ocasiones causan un bloqueo mental al momento de desarrollar soluciones efectivas ante un problema determinado”.
Autoexigencia elevada
La exigencia propia o de los demás, puede convertirse en un enemigo cuando es superada la capacidad resolutiva individual. Esta exigencia puede ser propia de la persona y provenir del entorno, bien sea en lo social, laboral o académico.
El miedo a no cumplir las expectativas propias o externas, puede causar un bloqueo mental. Es muy importante saber cuánto y cuándo exigirle a cada persona, para no causar el efecto contrario del que se busca.
En el proceso de aprendizaje del niño, es importante tener en cuenta esto, ya que si les exigimos cosas que superen sus capacidades, les podemos estar generando una baja autoestima y para el futuro un bloqueo mental.
Culpabilidad
La culpabilidad es una sensación que causa daño. Nos mantiene atados al pasado, a un error que cometimos pero que aún no logramos superar.
En la literatura, hay autores que coinciden en definir la culpa, como un afecto doloroso que surge de la creencia o sensación de haber traspasado las normas éticas personales o sociales especialmente si se ha perjudicado a alguien.
Es por ello que, en muchas ocasiones, los bloqueos se originan a raíz de una equivocación que continúa determinando nuestro comportamiento a través de creencias del tipo: “por qué lo hice” o “no merezco nada”.
El sentimiento de culpa, se considera como una emoción negativa que es necesaria para la correcta adaptación a nuestro entorno. La culpa, por no permitirnos los errores, puede alimentar nuestro bloqueo mental.
Efectos del bloqueo mental
Indudablemente que el bloqueo mental tiene sus efectos muy desagradables. Aquí te damos a continuación la información de cuáles son:
Ansiedad
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que el individuo sude, se sienta inquieto, tenso y tenga palpitaciones. Es una reacción normal al estrés.
Es decir, cuando una persona sufre un bloqueo mental por ansiedad, su mente experimenta cierta resistencia ante un pensamiento o emoción que le impide actuar, pensar y desenvolverse constantemente. El miedo y el bloqueo mental van de la mano.
Depresión
La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas. Al haber una disminución de las funciones cognitivas, estamos al acecho de un bloqueo mental.
En este sentido, el bloqueo mental genera frustración y a su vez vergüenza por la situación de imposibilidad en el que queda la persona. Cae en un estado de impotencia (bloqueo), por no haber podido reaccionar como hubiera querido.
Se trata de una sensación muy incómoda, en la cual no se logra coordinar las ideas, ya sea por que no fluyen o fluyen muchas sin ninguna coordinación.
Aislamiento
El aislamiento, es un mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos, como una forma de tolerar con el menor daño posible, los hechos y la realidad. Es el resultado de un hecho traumático para el individuo.
Se separa una idea intolerable para el “yo”, de las emociones que produce, así permanece en la consciencia de forma debilitada. Por ejemplo, relatar un hecho traumático vivido por el individuo, con total normalidad, igual que si se hablara del tiempo o de cualquier otro asunto trivial.
En este contexto, se crean las condiciones para un bloqueo de la mente, por medio de la anulación de procesos cognitivos como la percepción. En este estado, el individuo crea la realidad que necesita para sentirse bien, y no aquella que le exige tomar acciones.
Procrastinación
La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, mañana), es la postergación o posposición, es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyendolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo o pereza a afrontarlas.
Esta es otra forma en que la mente puede bloquearse, evadiendo situaciones de las cuales tiene temor, por una experiencia mal vivida, o que no está seguro de los resultados, o de como lo han de evaluar.
Baja autoestima
Nos referimos en este caso, a una percepción de nosotros mismos que impide percibirnos como una persona valiosa, talentosa o simplemente tener un juicio objetivo positivo respecto de quién somos.
Esto genera miedo, temor, timidez nos impide de una u otra forma a actuar oportunamente debido al bloqueo mental que esta situación genera. Literalmente la persona se paraliza.
Cuando no se busca ayuda, o no poseemos las herramientas necesarias para enfrentar este bloqueo, y este bloqueo se mantiene durante mucho tiempo, puede llegar a provocar daños en la autoestima, ya que normalmente esta situación afecta considerablemente el desempeño intelectual.
Como a la persona le resulta difícil concentrarse, puede tener problemas en distintos entornos y en los casos más extremos incluso pueden aparecer dificultades para leer o mantener el hilo de un discurso.
En esta situación, el bloqueo mental genera problemas en el aprendizaje, pues a la persona le resulta complicado retener información nueva y cuando se trata de alguien que debe desarrollar una actividad creativa, el bloqueo mental llega a ser abrumador, limitando la fluidez de las ideas y desmejora la creatividad.
Tipos de bloqueo mental
La literatura indica tres tipos de bloqueo mental, de los cuáles te damos información a continuación:
Emocional
El bloqueo emocional tiene, como la palabra indica, un origen emocional. Suceden como causa de la carga de la ansiedad, de un pasado traumático, de determinados tipos de personalidad caracterizados por la inhibición, la timidez, la angustia, entre otros.
Los problemas en el trabajo, con la familia o a causa de una baja autoestima también deriva en bloqueos. Las emociones no manejadas correctamente, arropan la capacidad de actuar del individuo, tanto física como mentalmente, dando lugar a bloqueos mentales.
Personas cuya preocupación principal es la emoción presente, está inhibida en ellas, la capacidad de pensar, razonar y tomar decisiones. Recordemos que la característica principal del bloqueo mental, es la incapacidad para accionar física y mentalmente.
Cognitivo
Este tipo de bloqueo, disminuye la confianza para hallar soluciones a los obstáculos en el ámbito escolar o laboral, puede generar desinterés por los estudios.
En este caso, tenemos el típico caso de ese bloque sufrido en el ámbito académico o incluso laboral. Son momentos en que nos quedamos en blanco, en que no sabemos qué hacer o cómo reaccionar.
Por ejemplo, cuando tenemos temor a una presentación oral, al presentarnos de forma casi automática se nos olvida el discurso, y tenemos que recurrir a la lectura de las fichas para apoyarnos.
Ambiental
Este tipo de bloqueo, es quizá el menos conocido y surge la cultura o la sociedad a la cual pertenecemos nos rechaza.
La falta de convivencia e integración en determinados grupos socio-culturales, son uno de los signos de este tipo de bloqueo, generando soledad y distancia con los demás individuos. Ocurre algo parecido al aislamiento.
Así mismo, puede ser la no adaptación o aceptación dentro de un grupo de personas. Ocurre mucho en los equipos deportivos. Puede manifestarse en el bullying. Estas situaciones generan en quien las padece un estado de bloqueo mental, por sentirse quizás, inferior a los demás.
¿Cómo superar un bloqueo mental?
Afortunadamente, el bloqueo mental es un estado temporal, y dura el tiempo en que nosotros mismos tomemos la decisión de abordarlo, ya sea por iniciativa propia o con ayuda externa. A continuación te presentamos algunas de ellas:
Evitar la culpa
Hay que centrarse en la solución y no en el problema. Esta es una máxima para el crecimiento personal. Si en algún momento consideramos que no hemos actuado de buena fe, y que nuestros actos han generado consecuencias a terceros, lo propio es corregirlos.
Es sensato afrontar la culpa desde una perspectiva proactiva. Lo impropio sería sentarte a ocuparte de lo que hiciste o dejaste de hacer. Si la solución está en sincerarte, hazlo. Eso te ayudará a saltar la pared del bloqueo mental.
Efectuar ejercicios de relajación
Cuando el bloqueo mental surge de un estado de depresión o ansiedad, una de las recomendaciones es la relajación y la meditación. Esto te ayudará a entrar en calma y tener una perspectiva objetiva de la situación que te causó ese trastorno psicológico.
También puedes pedir ayuda a personas con experiencia en estas terapias.
Aprender a controlar las emociones
Un logro muy importante en la conformación de la personalidad del individuo, es aprender a manejar las emociones, sean éstas positivas o negativas.
Para ello, existen estrategias que puedes aprender de personas e instituciones especializadas en la materia.
Realizar la técnica de la visualización
La técnica de visualización, consiste en crear imágenes de situaciones adecuadas que deseas vivir y proyectarlas al futuro. Se trata de crear en tu mente, imágenes de manera clara y nítida, viéndote experimentar esas situaciones y sensaciones deseadas.
Esto te ayuda a concentrar tus energías psíquicas en “lo que quiero hacer” y no en “lo que deje de hacer”. Aplica la estrategia del lenguaje positivo, que te ayudará a internalizar tus acciones, a fabricar con objetivos tu futuro.
Practicar ejercicio físico
Ante un bloqueo mental, una de las mejores estrategias es realizar una actividad que te permita desviar la atención de la causa que ha generado tu bloqueo.
Muchas de las soluciones y acciones, han surgido en el contexto de actividades no conexas al problema. Muchos han dicho inesperadamente “ya tengo la solución a mi problema”. ¡Felicidades, acabas de superar tu bloqueo mental!
Realizar actividades distractivas
Ver un partido de fútbol, asistir al cine, ver películas en casa, salir de camping, son actividades que te alejaran momentáneamente de tus problemas y de tu bloqueo mental. Es aconsejable realizar este tipo de actividades en grupo y con gente positiva.
Escuchar música agradable
La música puede desempeñar un papel importante en el cuidado de nosotros, no solamente como distracción, sino también como una herramienta terapéutica en el manejo del estrés.
Todos los ritmos no son aconsejables para relajarse debido al tempo, es decir la velocidad con que se ejecuta una pieza musical. Para la relajación, es ideal que la música tenga un tempo de 60 a 80 golpes por minuto (60-80 BPM).
Esto te ayudará a tranquilizarte e incitar a tu mente a entrar en otros niveles de relajación, en los cuales puedes atacar con racionalidad tus limitaciones.
Intentar otros métodos para hacer las cosas
Hay personas que tienen una visión unidireccional para resolver los problemas y si no la encuentran de esa manera, automáticamente se bloquean. Debemos tener una mente amplia para darle paso a la creatividad y manejar varias opciones para resolver el mismo problema.
Permitirnos ser amplios en este sentido, nos coloca en ventaja, en una situación favorable, de contar con otras alternativas con las cuales abordar la misma situación.
Realizar una lista de tareas
Centrarnos en objetivos reales y medibles, es la dirección que debemos tomar para saber qué es lo que queremos y lo que debemos hacer para alcanzarlo.
Una lista de objetivos es lo ideal para forjar nuestro futuro.
Acudir con un especialista de ser necesario
Frente a esta situación, en ciertos casos es necesario acudir al especialista, en este caso un terapeuta, no sólo para atender situaciones que no podamos manejar, si no también para recibir orientaciones en este tema.
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