El autoconocimiento es la capacidad de verse a sí mismo con claridad y objetividad a través de la reflexión y la introspección.
Si bien puede que no sea posible alcanzar la objetividad total sobre uno mismo, existe un espectro de autoconciencia. De hecho, el autoconocimiento consiste en entenderse a uno mismo para poder alcanzar tus objetivos.
Aunque todos creemos que nos conocemos bien, es posible que muchas personas no se conozcan a fondo. En el momento presente, no sabemos exactamente por qué algunas personas parecen tener más o menos autoconocimiento que otros.
Por tanto, en este artículo vamos a explorar la conciencia y descubrirás qué es el autoconocimiento.
¿Qué es el autoconocimiento?
El autoconocimiento es algo fundamental para determinar quién eres. Sin embargo, no es algo en lo que estés muy concentrado en todo momento. El autoconocimiento se desarrolla en tu personalidad interior y exterior. Es decir cómo piensas y cómo ves al mundo y cómo actúas ante otros seres.
Nota: Todos tenemos cierto grado de autoconocimiento y conciencia, incluso los bebés. El autoconocimiento incluye muchas variantes.
De igual manera, el autoconocimiento permite conocer nuestros gustos, nuestros deseos, nuestros temores, nuestro lado oscuro y nuestras bondades. También saber cuáles son nuestros valores y qué esperamos de nosotros mismos y de los demás.
¿Cuáles son las etapas del autoconocimiento?
El autoconocimiento consta de varias etapas de autodesarrollo para tomar conciencia de uno mismo, incluidos los pensamientos, acciones, ideas, sentimientos e interacciones con otras personas. Se desarrolla a través de fuentes sensoriales y memoria, autoexploración y experiencias sociales. También involucra los siguientes aspectos:
1. Autopercepción
La teoría de la autopercepción de Daryl Bem, sostiene que la personalidad y las actitudes de una persona impulsan sus acciones y que pueden ser auto percibidas (1). En términos simples, ilustra que somos lo que hacemos. De acuerdo con esta teoría, interpretamos nuestras propias acciones de la manera en que interpretamos las de los demás.
Para destacar: A menudo, nuestras acciones están influenciadas socialmente y no se producen por nuestro propio libre albedrío, como podríamos pensar.
2. Autoobservación
La autoobservación es una práctica de conciencia en la que diriges tu atención hacia adentro y observas sin juzgar lo que piensas, sientes y haces. Algo que puedes hacer para verlo con claridad es escribir todos los pensamientos que te vienen a la cabeza en un papel y describir de manera neutral tus pensamientos, emociones y sensaciones.
Nota: Ahora imagina que puedes observarte a ti mismo en silencio en presente y presta atención a lo que sucede dentro de ti.
3. Memoria autobiográfica
La memoria autobiográfica es, según Robyn Fivush y Matthew E. Graci en su libro Learning and Memory: A Comprehensive Reference, es una mezcla de recuerdos que se crea de la vida de cada persona (2). La memoria autobiográfica se forma a lo largo de los años, a través de las vivencias, la construcción de historias de uno mismo y una identidad que surge en la adolescencia.
Debes saber: Estas memorias, en conjunto, llegan a formar una idea propia sobre la cual nos auto definimos y cómo regulamos las emociones.
4. Autoestima
En psicología, el término autoestima se utiliza para describir el valor personal de una persona. Es decir, cuánto te aprecias y te agradas a ti mismo. La autoestima implica una variedad de creencias sobre uno mismo, como la evaluación de la propia apariencia, creencias, emociones y comportamientos.
5. Autoaceptación
A diferencia de la autoestima, que se refiere específicamente a cuán valiosos nos vemos a nosotros mismos, la autoaceptación se relaciona mucho con la autoimagen y alude a una afirmación mucho más global de uno mismo.
Importante: Cuando nos aceptamos a nosotros mismos, podemos aceptar todas las facetas de nuestra personalidad, nuestro cuerpo y nuestras capacidades.
¿Cuáles son las características del autoconocimiento?
Existen varias características típicas que comparten las personas que se autoreconocen bien y que han desarrollado un buen conocimiento propio, tales como tener mayor autoestima, estar más seguros de sí mismos y de sus decisiones, cumplir con su palabra y lograr sus objetivos.
Sin embargo, también existen características propias del autoconocimiento, como las que puedes ver en los puntos siguientes:
1. Constituye una herramienta básica en el desarrollo personal
El autoconocimiento es la base sólida del desarrollo personal. Si no te conoces bien, será imposible fijar metas y conocer tus límites. Es decir, no puedes fijarte metas inalcanzables, por eso es importante conocer tu potencial y saber cuáles son tus límites.
Para destacar: También, conocerte a ti mismo es la base para construir el amor propio y la autoestima. Esto te ayudará a ser menos exigente contigo mismo, y a su vez, a exigir lo necesario para cumplir tus objetivos.
2. Permite una mayor integración de la mente y el cuerpo
En un estudio publicado por Philosophy, Ethics, and Humanities in Medicine, se reconoció al autoconocimiento como un ente que conecta a la mente con el cuerpo (3). En el estudio, los practicantes expresaron una preferencia por el término “autoconciencia” en lugar de conciencia corporal cuando se referían a todos los niveles de su existencia como el cuerpo, la mente, la personalidad y las emociones.
Y es que según este estudio, se descubrió que la conciencia corporal es inseparable de sus funciones y todos los demás aspectos de la autoconciencia.
3. Se relaciona con el autorespeto y el respeto a los demás
Según Brenda Ellington Booth, profesora de administración de empresas en la Universidad de Northwestern, los grandes líderes se conocen muy bien a sí mismos. Cuando uno conoce sus habilidades, fortalezas, limitaciones y debilidades, puede admitirlas abiertamente, compensar y encontrar soluciones. La superación personal y pedir ayuda a otros es lo más auténtico.
Debes saber: Los líderes que comprenden esto, logran desarrollar un mayor respeto hacia los demás, dado que te fortaleces con afirmaciones internas, no con la aprobación de los demás.
El objetivo, entonces, empieza a ser dar lo mejor de uno y ayudar a los demás o desarrollar mayor compasión.
4. Permite desarrollar el autocontrol
El autoconocimiento es nuestra capacidad para percibir nuestro nivel de habilidad, conocimientos, y responsabilidad cuando se trata de nuestras emociones.
Nota: A medida que nos vamos conociendo mejor, conocemos nuestros límites y, gracias a esto, somos capaces de proponernos nuevos retos y objetivos, dado que nos sentimos más confiados con nuestras fortalezas y sabemos que seremos capaces de lograrlo.
Por ejemplo, si una persona que no conoce sus debilidades y no sabe que una de sus mayores debilidades es aceptar la crítica ajena y este año se propone ocupar un cargo público, al que estará expuesta a la crítica, tendrá menos chances de lograr sus objetivos dado que no conocía en un principio sus limitaciones.
5. Permite hacer frente a diferentes situaciones
Cuando te conoces bien y sabes cuál es el peor de los escenarios, no hay nada que no puedas manejar. Sabes cómo encontrar la luz en la oscuridad y te conviertes en un verdadero luchador. Es probable que incluso te haya tocado vivir lo que crees es el momento más difícil de tu vida y eso mismo te dio un nivel alto de autoconocimiento.
Entonces ahora ya sabes cuál es tu tolerancia al dolor, y eso te convierte en una persona más fuerte y capaz de enfrentar cualquier situación.
¿Cómo reforzar el autoconocimiento?
Ahora que ya sabes por qué el autoconocimiento es importante para mejorar tu vida, es hora de que aprendas cómo cultivarlo. Existen varias formas de reforzar el autoconocimiento.
Desarrollar el autoconocimiento no es una tarea imposible, para ello, puedes hacer diferentes actividades: meditar, y practicar mindfulness, entre otras. A continuación te mostramos algunos consejos:
1. Reconocer y aceptar las emociones
Reconocer y aceptar nuestras emociones es una parte fundamental del autoconocimiento. Aprender a tolerar nuestras emociones, tanto malas como buenas, puede desbloquear una gran cantidad de conocimientos sobre nosotros mismos y nuestro mundo si estamos dispuestos a prestar atención plena.
2. Ubicar corporalmente las emociones
Aprende a reconocer cómo te afectan algunas emociones al cuerpo. Muchas veces puede suceder que un dolor de cabeza se deba a estar atravesando una situación estresante. Así como un dolor de pecho o estómago, podría deberse a una situación que te genere miedo.
Debes saber: El cuerpo tiende a somatizar y la mente puede transferir algunas experiencias negativas al cuerpo.
3. Determinar los elementos que detonan las emociones
Todos tenemos ciertas emociones que nos desagradan especialmente. Y la mayoría de las veces, eso significa que nos esforzamos mucho por evitar sentir esa emoción. El problema es que tenerle tanto miedo a una emoción, puede tener consecuencias bastante negativas a largo plazo.
Además, al evitar la emoción estamos evitando aprender más sobre nosotros. Es importante reconocer qué elementos o situaciones detonan esas emociones y por qué esas emociones en particular nos molestan tanto.
4. Reflexionar sobre las virtudes y defectos
Si no sabes aún cuáles son tus virtudes y defectos, puedes hacer una lista con 5 fortalezas y 5 debilidades. Si no estás seguro, no dudes en preguntarle a tus seres queridos y de confianza, como tus amigos, tu familia o tu pareja.
5. Conocer las aficiones y pasiones
Este punto es fácil y además habla mucho sobre uno mismo. ¿Qué cosas te gustan?, ¿Los deportes, los libros, las fiestas, los paseos?. Piensa también qué temas te llaman más la atención: la astrología, la ciencia, la religión, la política, la música, el cine, el arte… Analiza por qué te gustan tus hobbies y tus temas favoritos.
6. Solicitar a otros que nos describan
Nada es a veces tan eficiente como la opinión ajena y desinteresada. Pídele a tus seres queridos y de confianza como tus amigos, tu familia o tu pareja que te describan, con tus pros y tus contras. Que te digan en qué debes trabajar y en qué ya eres bueno, qué es lo que más les gusta de ti y qué es lo que más les desagrada de ti. Escúchalos sin juzgar, puedes aprender mucho de esto.
7. Practicar la rueda de la vida
La rueda de la vida es una estrategia de coaching personal que te puede ayudar a detectar, por medio de una visión gráfica, los aspectos que componen tu vida y el grado de satisfacción y equilibrio que sientes respecto a esto.
Para destacar: Hay aplicaciones como La rueda de la vida APK y Life Wheel, que te permiten realizarla desde la app. De todos modos, puedes descargar una rueda de internet e imprimirla. Solo debes colorear cada sección según tu juicio de satisfacción.
¿Cuál es la importancia del autoconocimiento?
El autoconocimiento es una herramienta importante, porque cuando tenemos una mejor comprensión de nosotros mismos, podemos conocernos como individuos únicos. Además, tenemos el poder de hacer cambios y desarrollar nuestras áreas de fortaleza, así como identificar áreas en las que nos gustaría mejorar.
Importante: El autoconocimiento nos permite realizar cambios de comportamiento positivos que pueden conducir a un mayor éxito personal. El autoconocimiento también se considera una cualidad importante para la salud mental.
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